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Un pequeño dinamita

Es el único campeón criollo, defendió su título más veces que Pascual Pérez y Santos Benigno Laciar (11) y está a dos peleas de alcanzar nada menos que el record de Carlitos Monzón.

Tenía "rota" la mano izquierda. El dolor le apretaba las facciones, se le escapaba por cada poro. En realidad todo estaba en su contra. De visitante, en la Salle della Palestre de Le Cannet de la Costa Azul francesa, disminuido físicamente y ante un rival que en la previa era de temer. En estas condiciones, el 10 de marzo Omar Narváez dejó en claro por qué lo apodaron el "gladiador patagónico", derrotó con fiereza y contundencia a Brahim Asloum (por puntos) y retuvo la corona mundial mosca de la OMB.

¿Por qué Omar Narváez es una de las personalidades deportivas del año? Varias razones respaldan la elección, tanto en general como en particular.

En un 2007 donde el boxeo argentino saboreó una y mil decepciones, la valentía del chubutense brilla como el mejor de los diamantes. Para terminar de concretar su faena, este patagónico con pinta de 'galgo humano' destrozó a trompadas a Marlon Márquez y sumó su undécima defensa en positivo.

Ese 14 de septiembre, en Trelew, donde añora subir al ring, Narváez se metió en la historia grande del pugilismo nacional, ya que superó la cantidad de defensas del título que ostentaban el mendocino Pascual Pérez y Santos Benigno "Falucho" Laciar, y quedó a dos del fantástico y malo grado Carlos Monzón.

Lo de Narváez es sobresaliente por donde se lo mire. El chubutense (50.8 kilos) ganó el título el 13 de junio del 2002, hace más de cinco años. Esa noche el Luna Park se puso de pie para ovacionar a un pequeño que dominó el combate y que venció por puntos al duro Adonis Rivas. Claro, nadie imaginó que ese día se estaba escribiendo una nueva página gloriosa.

El único monarca criollo de la actualidad también sabe de trances difíciles. Este año varios lo criticaron cuando se alejó su entrenador Carlos Tello e incluso se llegó a decir que su condición física distaba de ser óptima. Fue antes del combate contra Asloum,al que literalmente le peleó casi con una mano (tenía la izquierda maltrecha) y al que venció a domicilio.

Nada mal, sobre todo recordando las deslucidas actuaciones anteriores frente a Rexon Flores y Walberto Ramos. Y a la hora de poner en la balanza, sólo las actuaciones del "pequeño dinamita" (25-0-2, 16 nocauts) sumaron algunos porotos en un año magro para el boxeo nacional.

El planeta vio como la guapeza de Carlos Baldomir (y su corona welter) se redujo a nada frente al talento innato de un Floyd Mayweather al que no le falta ganar absolutamente nada. El "Tata", más tarde, fue víctima de la potencia de Vernon Forrest y aunque venció con más trabajo del que se esperaba al flojito Luciano Pérez, los rumores de su retiro ya son más que eso.

El martes 14 de noviembre, dos meses después de que Narváez entrara en la historia, Mariano Carrera y su sueño de volver a ser campeón tropezaron con el coraje casi suicida del veterano Javier Castillejo, un hombre de 39 años que en el sexto le hizo besar la lona. En diciembre, Carrera había vencido al español, pero le arrebataron la corona por un doping positivo.

Entonces, la osadía de Juan Carlos Reveco (perdió el título minimosca AMB luchando a brazo partido ante Asloum), pero más la valentía de Narváez, son las únicas alegrías en un deporte maltratado.



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