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Hicieron Scola para frenarlo | ||
Mientras todos renunciaban, el pivot dijo presente, se puso el equipo al hombro y jugó un Preolímpico tremendo. El año que viene habrá que defender el oro. | ||
Manu Ginóbili aviso que no iba un año antes. A Fabricio Oberto y Walter Herrmann les recomendaron que no jueguen. Andrés Nocioni hizo hasta lo imposible, pero una lesión lo dejó afuera... La lista siguió con más dorados como Pepe Sánchez, Gabriel Fernández, Rubén Wolkowyski. Se extendió con Juan Jasen, Andrés Pelussi, Nicolás Gianella, Pablo Molde, Hernán Jasen. Y se cerró con una partida y posterior retorno de Antonio Porta. Por diferentes motivos, 13 jugadores le dieron la espalda a la selección Argentina de básquet. Y se vino la noche. Había que afrontar el Preolímpico de Las Vegas sin las estrellas y, aunque la realidad decía que eran dos las plazas en juego, la presencia de un Dream Team "tremendo", el torneo dejaba lugar para uno solo. A diferencia del equipo "albiceleste", Brasil presentaba a sus NBA Leandrinho y Nené; Puerto Rico era una amenaza bajo la batuta de Carlos Arroyo, Canadá podía dar el golpe...Todos tenían algo, menos Argentina. Sin embargo, los pronosticadores le pifiaron feo. Argentina tuvo alma, tuvo juego, tuvo coraje. Y lo tuvo a Luis Scola!!! El pivote hizo un torneo colosal y guió al equipo en la clasificación olímpica para Beijing, donde habrá que defender el oro obtenido en Atenas. El equipo de Sergio Hernández metió un perfecto 4-0 en la primera fase y las dudas de la previa empezaron a quedar de lado. Scola fue una pesadilla para los rivales, Román González sorprendió con un nivel superlativo y armó una dupla muy efectiva cerca del cesto; mientras que los perimetrales, liderados por Carlos Delfino, también descollaron. Con el correr de los partidos, Pablo Prigioni saldó las deudas del Mundial 2006, Paolo Quinteros ajustó la mira desde tercera dimensión.... Con nombres muy diferentes, Argentina se transformó en un equipo confiable, muy confiable. El momento clave fue el 29 de agosto, un día después del tercer aniversario por el oro de Atenas. Ese día, enfrente estaba Brasil y había que dejar la vida entrar segundo y evitar a Estados Unidos en una semifinal. No fue sencillo, porque la historia se resolvió en suplementario (86-79), pero el quinteto criollo demostró, definitivamente, que iba por su plaza. La combinación de resultados le dio paso a otro clásico. Aunque esta vez, valía doble, o triple o...Valía el pasaporte a los Juegos. Otra enorme producción de Scola más un impecable trabajo colectivo transformaron el 91-80 en hazaña. El equipo de las renuncias, el que llegaba sin figuras, se volvía a su país con un lugar asegurado para Beijing. El 118-81 en contra de la final ante EE. UU. resultó anecdótico. Los locales presentaron un Dream Team de lujo para evitar otro papelón internacional, de esos que les hizo pasar Argentina en Indianá polis y Atenas. "No mucha gente creyó en este equipo. Se la pasaron hablando de los que no venían y eso realmente nos cayó muy mal. Queríamos que se dejara de hablar de eso. La peleamos siempre y pero eso estoy muy orgulloso de haber sido parte", tiró Scola con el boleto en el bolsillo. Para hacerla completa, el pivote -ya había firmado con los Rockets- fue el MVP del certamen, por encima de los NBA. Otro argentino, Pablo Prigioni, fue el base del quinteto ideal, que se completó con un trío de excelencia: Kobe Bryant, Carmelo Anthony y LeBron James. Casi nada. Y el propio Kobe, luego del título, se guardo un párrafo para Argentina: "Es un equipo con mucho talento y creatividad. Un equipo muy divertido de ver jugar. Sabíamos que era uno de nuestros rivales en este torneo". |
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