Kaká vive una especie de sueño. Considerado el mejor jugador del mundo, algo que rubricaría hoy la FIFA al entregarle el premio al mejor futbolista del año, ayer tuvo una actuación superlativa y por ello también se llevó el "Botín de oro" del Mundial de Clubes.

El brasileño había calentado con sus declaraciones la final ante Boca. Pero una vez concretada la victoria decidió bajar los decibeles. "No pensábamos en una revancha contra Boca. Para mí jugar al fútbol es un divertimento y no creo en esas cosas. Esto es algo maravilloso para mí y para el Milan, por lo que hay que disfrutarlo como se merece", apuntó de entrada.

Sobre el 'xeneize' dijo que es "un gran equipo. En el primer tiempo se nos hizo muy difícil porque jugó muy bien y nos complicó" y también de deshizo en elogios para la "Joya" de Boca. "Me impactó mucho Palacio (Botín de bronce), porque es un gran jugador. Es muy, muy bravo", aseguró Kaká.

En la misma sintonía, el interminable Filippo Inzaghi, autor de dos tantos en la final, celebró el éxito señalando que el título era "algo fantástico".

"Después de la Champions League, esta es una emoción enorme", explicó 'Pipo' muy eufórico. Otro que resaltó la importancia de la competencia fue Alessandro Nesta. "No quiero polémicas con Roberto (Mancini), pero no me parece, como él dice, que este sea un torneo de la amistad, porque costó demasiado llegar hasta acá", remató el defensor.