Una recorrida por los barrios residenciales urbanos y de los countries permite observar que, dentro del auge sostenido de las construcciones de torres, edificios y casas, sigue creciendo la tendencia en el consumo de revestimientos cementicios para aplicar en las fachadas. Explica Guillermo Tarquini, gerente comercial de la firma Molinos Tarquini que “mientras que hace una década sólo el 5% de las fachadas nuevas se cubrían con revestimientos -frente a un 85% de edificios con ladrillo a la vista y un 10% con revoques y pinturas- hoy, casi la totalidad de las casas se recubren con revestimientos cementicios. Sus paletas de color son cada vez más amplias y permiten una gran variedad de texturas y acabados, sumado a que muchas de ellas -como el símil piedra- logran una percepción de valor más lujosa que los acabados de ladrillo. Recientemente, la firma Molinos Tarquini lanzó al mercado su nuevo catálogo Pintá tu Aldea 07/08 bajo la idea de concebir el color desde una perspectiva cultural regional e inspirado en los paisajes de nuestro país y del sur del continente americano. Además, desarrolló la línea de revestimientos cementicios Barragán que son muy texturados y, a partir de su gran rugosidad, mejoran el coeficiente térmico generando una barrera aislante en las superficies de fachada. Más allá de las modas, que privilegian la variedad de color sobre el tradicional ladrillo, también hay razones operativas para elegir este tipo de revestimientos ya que su aplicación es más rápida y menos compleja y no se necesita generar un acopio de materiales por lo que mejora los costos financieros”. Molinos Tarquini también está detectando año a año una demanda creciente en otros productos cementicios como los llamados pisos de micro cemento, sobre todo en viviendas. El principal motivo de este auge es que brindan una imagen cálida con una amplia gama de colores permitiendo renovar periódicamente la imagen de los ambientes. Además, son prácticos ya que se colocan con un método sencillo, en tiempos reducidos y con bajos costos. Molinos Tarquini ha desarrollado dos líneas de pisos de cemento, micropiso y piso calcáreo, cuya elección depende de las características buscadas y la etapa en que se encuentra la obra. El micropiso presenta grandes ventajas cuando lo que se busca es renovar un espacio reduciendo los tiempos y costos de obra. Es el producto adecuado para aplicar tanto en obras nuevas como en viviendas recicladas sobre superficies duras existentes, como baldosas y cerámicas desgastadas o pisos de hormigón, porque se coloca en un espesor milimétrico. Está compuesto a base de mármoles, endurecedores minerales y cemento ofreciendo una imagen cálida y elegante, estabilidad en el tiempo y gran resistencia. Además, su aplicación es sencilla y se resuelve en pocas horas y sin ensuciar ya que se coloca sobre la carpeta final evitando las molestias de la obra húmeda. Otra novedosa ventaja es que puede utilizarse sobre cualquier superficie, tanto horizontal como vertical. En un solo paso, con la aplicación de auxiliares tecnológicos de Molinos Tarquini, puede colocarse tanto sobre pisos como sobre paredes para cubrir imperfecciones, solucionar problemas preexistentes de humedad o unificar parches. El piso calcáreo brinda una imagen cálida y minimalista propia de los solados originalmente calcáreos. Se diferencia del micropiso por el modo en que están trabajadas las juntas, porque da mayor imagen de solidez y por la posibilidad de una terminación esfumada, que presenta un efecto aleatorio de claros y oscuros logrado a través de las sucesivas aplicaciones del material. Es el indicado para aquellos diseños que desean definir al ambiente con líneas puras logrando el máximo desarrollo conceptual a través del empleo de materiales nobles y la mínima cantidad de elementos decorativos. Además, genera sensación de robustez y resistencia porque es parte del sistema constructivo ya que se coloca sobre el contrapiso. Su método artesanal de aplicación presenta ventajas funcionales además de estéticas, en relación con otros pisos. Esto es así porque se espolvorea en seco sobre una carpeta de hormigón húmeda, dividida previamente en paños. Más info, www.molinostarquini.com.ar
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