En un partido flojo, "Cipo" cayó ante Rivadavia. Igual sigue líder.

CIPOLLETTI (AC).- El ritmo futbolístico del albinegro transita por un bache que ayer se profundizó con la derrota 1-0 ante Rivadavia de Lincoln que le hizo perder un invicto de 28 partidos como local. A pesar de ello se mantiene en la cima del grupo, que ahora tiene cuatro punteros.

Fue una tarde muy ventosa, en la que Cipolletti no encontró la forma de hacer pie y chocó siempre contra su propia falta de ideas para poder hacerse dueño del partido.

No pudo concretar las pocas chances que generó y para colmo, sobre el final, el árbitro dejó seguir una jugada en la que el local reclamó plancha y que fue el inicio del gol de Oscar Altamirano.

El clima conspiró contra la asistencia de público y la Visera se mostró más despoblada que de costumbre. Encima el equipo nunca pudo terminar de transmitir serenidad para ir en busca del resultado.

Si bien Rivadavia generó poco, se vio un albinegro impreciso en las pelotas paradas y hasta en los pases cortos, por momentos nervioso y con pocas ideas para romper la rústica pero efectiva defensa de los bonaerenses.

El resumen del primer tiempo, donde Cipolletti estuvo más en juego, entregó un cabezazo de Daniel Carou que se fue cerca, un remate tres dedos del enganche que pasó a centímetros del ángulo, un robo de Oscar Padua en la salida de Rivadavia bien atorado por el arquero y un remate de larga distancia de Marcos Carrasco que el "1" visitante mandó al tiro de esquina.

En el arranque del complemento se vio una de las mejores jugadas del local cuando logró hilvanar varios pases seguidos de izquierda a derecha que terminaron en un remate franco del "Loco" Padua al lado del palo derecho de Beltramella.

El resto fue puro barullo e intentos individuales, como el Bruno Weisser que logró zafar de varias marcas y sacó un derechazo combado que pasó muy cerca.

Se presentía que no era la tarde del albinegro. La expulsión por doble amarilla del defensor Roberto Muñoz aumentó esa sensación y ya con tiempo cumplido se hizo realidad.

Una jugada fuerte en la mitad de la cancha, en la que los locales pidieron plancha, Rivadavia encontró el gol con la precisa definición de Altamirano.

"Cipo" fue en busca de la heróica pero ya no quedaba tiempo para más.

Así se esfumó el invicto de 28 partidos sin conocer la derrota en la Visera de Cemento y la posibilidad de asegurarse el "1" en el cierre de la primera mitad del torneo.

De todas maneras se mantiene líder pero ahora muy acompañado y frente a La Plata, como visitante, intentará mantenerse arriba.