Arsenal festejó la Sudamericana con un 3-2 frente a Independiente.

Arsenal cerró el mejor año de su historia deportiva con la vuelta olímpica por la conquista de la Copa Sudamericana el miércoles pasado y una victoria, inobjetable, ante Independiente (3-2) por la última fecha del Apertura.

Los primeros 15 de partido fueron para el local. El conjunto dirigido por Gustavo Alfaro hizo del buen trato de pelota su principal arma y de ese modo arrinconó al "Rojo". En ese lapso, Arsenal dispuso de dos claras para modificar el resultado: un zurdazo del héroe continental, Andrizzi, que atajó Assmann, y un remate alto del "Papu".

Después, el dueño de casa comenzó a desinflarse, en especial porque la pelota ya no salió también jugada y porque el Gómez no tuvo la misma ingerencia que en el arranque.

Independiente no mejoró su juego, pero ganó metros y alejó a su rival del arco de Assmann. La primera llegada 'roja' recién se produjo a la media hora. Gran pase de Oyola y zurdazo de Denis que se fue alto.

En la segunda que tuvo, el once de Troglio facturó. Oyola dominó el balón en la puerta del área, Mosquera no lo presionó y el volante metió un derechazo que, tras rebotar en Matellán, se metió dentro del arco de Cuenca.

El complemento tuvo un arranque tan impensado como electrizante, con la concreción de cuatro goles en diez minutos.

A los 2, Andrizzi quiso rematar al arco, le pegó mal a la pelota y esta le cayó justo a Calderón, quien tirándose en palomita, cabeceó y mandó la pelota al fondo de la red.

Tres más tarde, cuando Independiente no se había repuesto, Andrizzi y Gómez armaron una jugada en tres cuartos de cancha, que el primero definió, tras recibir un preciso pase del 'Papu', con un remate violento y alto que superó a Assmann.

El partido siguió sin dar respiro, porque a los 7, Independiente golpeó fuerte y logró la paridad. Machín envió un centro paso desde la derecha y el "Tanque", libre de marcas por detrás de Mosquera, metió un cabezazo que se transformó en su décimo octavo gol del torneo.

Parecía que todo quedaba ahí, pero no. Corrían 10, cuando al área del "Rojo" cayó un centro bombeado que fueron a buscar Andrizzi y Ricardo Moreira. La pelota ya había sobrado al volante, cuando, inexplicablemente, el defensor la sacó con la mano. Pezzotta marcó el penal, que Calderón transformó en el 3 a 2 definitivo.

De ahí al pitazo final el partido se fue entre la impotencia de Independiente y el orden y el toqueteo de pelota de Arsenal, que, al fin de cuentas, fue un merecido vencedor. Después, fiesta total por un 2007 inolvidable.