El "Depo" volvió a la victoria y terminará el 2007 en el primer lugar.

...Y un día, la sequía terminó. Después de toda una ronda, Deportivo Roca volvió a triunfo. Y fue justamente ante Maronese, el mismo equipo contra el que había festejado por última vez, en la penúltima fecha de la primera rueda.

Con el 2-1 logrado en el oeste neuquino, el 'Depo' terminará el año en el primer lugar del grupo F pase lo que pase en la última jornada de esta segunda vuelta, ya que en Bariloche, Cruz del Sur dio el gran golpe a vencer al escolta Liniers (ver pag. 6).

Además del 'Naranja' y del 'Dino', el otro protagonista de la tarde fue el viento. En la primera mitad, Roca lo tuvo a favor, pero no supo aprovecharlo. El equipo de Alberto Saldico intentó quebrar el orden defensivo que planteó 'Maro', pero sus mecanismos ofensivos no estuvieron lo suficientemente aceitados en esta parte. Sólo una chance de Diego Napolitano y otra de Pablo Bocco (ambas desviadas) se pudieron contabilizar en la etapa.

Maronese aguantó a pie firme al 'Depo' y al viento, y se preparaba para aprovechar el vendaval en el segundo tiempo.

Sin embargo, los primeros minutos del complemento fueron lo mejor que entregó el Depo' en el partido. Los de Saldico salieron afilados y a los 9' se pusieron en ventaja. Luego de un rebote en la barrera tras un tiro libre, Cristian Sarsa le ganó la posición a Ariel Morales y el centro le quedó a Diego Napolitano, que con un derechazo venció la resistencia de Churrarín.

Maronese, con más ganas que fútbol, salió en busca de la igualdad pero el 'Depo' volvió a golpear. Morales quiere salir jugando del fondo pero perdió con Darío Escudero. El volante metió el centro al corazón de área para que Pablo Bocco pusiera el 2-0.

Para los últimos 25', el 'Naranja' bajó la persiana. Saldico armó una línea de cuatro en el fondo y ya ni Sarsa ni Villanueva pasaron la mitad de la cancha.

Maronese pudo ser ordenado en la primera parte, donde justificó el 0-0, pero en el complemento, ya en desventaja, quiso ir en busca del arco de Velázquez pero no tuvo con qué, más allá del zapatazo de Juan

Martínez al final, que sólo sirvió para decorar el resultado de un partido que ya estaba sentenciado.