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-Recuerdo el dolor, el maltrato, los malos momentos-

Teresa Epulef. Nació en Treneta, un paraje de la Línea Sur de Río Negro, hace 70 años. Es mapuche y forma parte de la comunidad Mongell Mamuell. Militó en el Consejo Indígena e intervino en el Proceso de Participación Indígena.

"En 1950 me llevó la Policía. Vino un juez de Paz a mi casa y dijo que había muchos chicos en cada hogar y que estaban sacando a los más grandes para llevarlos algunos a estudiar y otros a trabajar. Me sacaron a la madrugada y me llevaron en el tren. Primero, fui al pueblo de Ramos Mejía, a una colonia del ferrocarril para esperar esa noche el tren que iba a San Antonio. Fue muy doloroso porque nunca había salido de mi casa. Ellos dijeron que me llevaban para estudiar, pero me mandaron a trabajar de sirvienta. Tenía 13 años. Lloré durante una semana. Vivía en una casa con muchas familias. Cuando se juntaban a cenar los sábados, era impresionante, los dedos míos estaban todos cortados. Me pegaban porque extrañaba. Fue la experiencia más dolorosa que viví. Recuerdo el dolor, el maltrato, los malos momentos que pasé... Me cortaron el pelo como a los animales. Yo tenía el cabello largo y lindo. No me llevaron a la peluquería. Me tenían como a un perrito, si había tiempo jugaba, si no no. Pasaba el tiempo encerrada. Ahí empecé a aprender a hablar en castellano, aunque con los turcos ya había aprendido algo.

"La señora me pegaba cuando no podía hacer las tareas por cansancio, porque me sentía mal o porque tenía fiebre. Estuve hasta los 19 años. Un día la patrona me pidió una taza de leche para tomar el desayuno; estaba enojada conmigo y me tiró el jarro con los pocillos grandes, pesados. Sentí dolor. Yo le pregunté por qué me tenía que pegar si no era nadie para pegarme y le dije que le iba a contar al patrón porque ya había pasado muchas veces. Le dije: 'Vos no sos mi madre. Yo estoy trabajando'. Nunca me pagaron".

 



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