Entienda por qué pagamos mucho, pero mucho más, por los vinos que bebemos en Brasil.
Cuando vi una propaganda sobre Nueva York, me acordé de los buenos precios de los vinos en aquella ciudad. Es que ahí suceden dos cosas fundamentales: los impuestos son "sensatos" y retornan a los ciudadanos, en vez de financiar "sueldazos", y además hay una competencia seria y madura, por lo que los márgenes de los intermediarios son bajos. Ganamos nosotros, los consumidores.
Aquí, en Brasil, no ocurre esto; por lo general nos sentamos en un restaurante a beber una botella de vino y terminamos pagando 16 botellas... y, al final, ¿dónde están las otras 15?
Partamos de la base de una botella de un vino del viejo mundo a un precio de 3,60 reales, que serían unos dos dólares en origen. Vamos a agregar toda la cadena de impuestos, costos, tasas y márgenes hasta que dicha botella llegue a su mesa.
Unos 0,30 reales de pick up significa retirar la botella de la bodega y dejarla en algún lugar hasta que sea embarcada a destino. Otros 0,05 reales de consolidación, es decir, juntarla con otras cajas de otros productores para formar un contenedor. Unos 0,35 reales de flete "reefer", que es el contenedor refrigerado; otros 0,42 reales de gastos de puerto, 0,07 reales de seguro y 0,15 reales de despachante, con lo que llegamos al "subtotal 1" de 4,94 reales.
Después, entramos en los impuestos a la importación, que son 1,33 reales, y el IPI (Impuesto sobre Productos Industrializados), que es de 1,08 reales. Llegamos así al "subtotal 2" de 7,35 reales.
A partir de ahí inciden el Plan Social de Integración, con 0,14 reales, y el Confins (Contribución para el Financiamiento de la Seguridad Social), de 0,68 reales. Llegamos al "subtotal 3" de 8,17 reales.
Seguimos con el ICMS (Impuesto a la Circulación de Mercaderías y Servicios) "Normal" en la entrada, de 2,72 reales, y entonces esa botella de 3,60 reales ya está en 10,90 reales.
Entramos entonces en el margen del importador, que varía mucho de un importador a otro. Aquí se calculó un modesto 45% sobre la venta, en este caso 8,92 reales. Es importante destacar que en este valor se incluyó el 7% del impuesto sobre las ventas (PIS y Confins nuevamente más CSLL e IRPJ) más la diferencia de ICMS normal entre entrada y salidas, más costos de administración, más muestras para el ministerio, depósito refrigerado, divulgación, entrega, comisión de ventas, catálogos, costo financiero de mantenimiento de stocks y pérdidas por productos en mal estado. A esta altura nuestro vino, que era de 3,60 reales para el productor, sale del importador a un precio de venta para los mayoristas de 19,82 reales. Entonces son aumentados ahí el ICMS Normal de salida con 2,23 reales y la ST (Sustitución Tributaria que obliga al vendedor a recoger en nombre del comprador el 25% sobre un margen de ganancia que el mismo gobierno estimó; en este caso, 67,82%). Eso da más de 3,36 reales, lo que lleva nuestro vino de 3,60 reales a 23,17.
Pero los distribuidores, minoristas y restaurantes necesitan ganar también, y para que ellos puedan vender el vino a un precio próximo al que el importador indica para el consumidor final el importador le coloca un margen del 40% para ellos, por lo que el vino de 3,60 reales se fue a 38,62.
Entonces el restaurante que pagó 23,17 reales por ese vino lo incorpora en su carta a 60 reales (para redondear, ¡al final, si el vino cuesta barato nadie piensa que es bueno!).
Resumiendo, usted pagó 60 más 6 reales de propina para tomar una botella de vino que espero le haya gustado. El restaurante se quedó con 36,83 reales por guardar la botella en un lugar adecuado y servirlo en una copa correcta.
El gobierno se quedó con 10,65 reales por no hacer nada, sólo generar burocracia que sólo alimenta la corrupción.
El importador se quedó con 8,92 reales para sostener esa operación y traer el vino a su mesa.
El productor rezó para que el tiempo fuese bueno y no lloviese en la época equivocada, cuidó durante un año las vides, cosechó, vinificó, embotelló, etiquetó y embaló, y de aquellos 60 reales sólo recibió 3,60, ¿qué tal?
DIDU RUSSO
(*) Publicado en la revista "Adega" de Brasil