Para entender la magnitud de la crisis del sector ganadero desde la producción hasta la industria, la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra) realizó una comparación con la crisis desatada en 1998, contexto en el que había estabilidad de precios. El análisis fue hecho en las variables cantidad de faena, producción de carne y precios mayoristas y minoristas.
Luego del proceso de liquidación de vientres acontecido en 1996 y 1997, la variación del nivel de faena cayó un 12% en términos anuales mientras que la producción de carne lo hizo al 9% anual. (Ver infografía) Esta menor oferta de carne vacuna se trasladó a los precios, los cuales reflejaron un aumento del 19% en promedio anual en el caso de la hacienda en pie y del 18% en promedio anual para el consumidor final de carne vacuna.
Si se hace una comparación con la crisis que atraviesa el sector actualmente, se advierte que las caídas fueron mucho más fuertes: la faena descendió un 25% en términos anuales y la producción lo hizo en un 20% anual.
Como puede verse, la actividad de faena tuvo un retroceso mayor que el experimentado por la producción frigorífica de carne vacuna. Esta diferencia puede entenderse, según explica Ciccra, por la recuperación del peso promedio de los animales faenados en el momento de retención de vacunos.
La variación negativa de la cantidad faenada tuvo sus consecuencias sobre los precios: el de la hacienda aumentó en promedio un 107% en los nueve primeros meses de este año respecto del mismo período del año pasado y el de la carne vacuna al consumidor, un 56% en idéntico lapso.
Aunque el aumento de precios fue significativamente superior a los incrementos registrados en 1998, se debe tener en cuenta que la economía argentina está atravesando un proceso inflacionario en que el nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) calculado por consultoras privadas acumuló un alza del 21,5% en el período analizado y particularmente el capítulo de alimentos y bebidas lo hizo en un 35% anual.
Por lo dicho, podría concluirse que el aumento de precios registrado durante la crisis de 1998 se explicaría en mayor proporción por la escasez de hacienda para faena, mientras que el experimentado en la crisis actual se explicaría, por un lado, por la escasez y por otro, por el proceso inflacionario.