La investigación judicial derivada del envío de miles de toneladas de cocaína a través de embarques de fruta del Alto Valle en los últimos meses tendrá una incidencia directa en el comercio del puerto de San Antonio Este durante la próxima temporada, lo que ya generó preocupación en el sector empresario.
Es que las autoridades aduaneras implementarán un control mucho más exhaustivo que el que se venía haciendo hasta el momento, lo que implica una mayor tardanza a la hora de revisar no sólo la documentación sino también el interior de cada contenedor de fruta con destino a los mercados de ultramar.
El Sistema Informático María (SIM) tiene tres canales para calificar la mercadería que se exporta y que pasa por las aduanas del país. Se los denomina "Verde" (sin control), "Naranja" (control de documentación) y "Rojo" (control de documentación y mercadería.
En principio, lo que estableció el gobierno nacional es que a partir de la próxima temporada toda la fruta que salga de la región será verificada bajo el canal Rojo, lo que implicará un mayor tiempo para llevar a cabo el control.
Un empresario exportador consultado ayer por "Río Negro Rural" aseguró que sólo un camión que transporte 20.000 kilos de fruta podría llegar a tardar un mínimo de seis horas para que esa carga se embarque hacia su destino final.
Si los cálculos se confirman y en la próxima cosecha se exportan por el puerto rionegrino unas 400.000 toneladas entre enero y abril, estamos ante "un verdadero problema logístico".
"Es un inconveniente muy grande el que se está presentando y vemos con preocupación la forma en que las autoridades piensan resolverlo", dijo la fuente consultada en las últimas horas.
"Con estos números estaríamos hablando de que por día deberían salir al menos entre 4.000 y 5.000 toneladas de fruta, lo que con el nuevo control resultaría casi imposible de embarcar", señaló el ejecutivo.
Según los números que maneja la CAFI, de mantenerse esta postura por parte de la Aduana el puerto de San Antonio estaría en condiciones de trabajar al 50% de lo que lo hizo en las últimas temporadas y con mayores costos, que deberán ser absorbidos por la fruta.
Una de las medidas que ya se adoptaron fue habilitar, además del control aduanero de Villa Regina, otras dos terminales en Neuquén capital, por lo que se podrán realizar verificaciones en otros puntos de la región. Una tercera podría ser habilitada en Roca (en el predio de la vieja estación de ferrocarril de Stefenelli), aunque todavía no se sabe con certeza cuándo comenzaría a operar. (AR)