Tom Decker es especialista en pomología y trabaja en la organización estatal Proefcentrum Fruittteelt (PCFruit) en Bélgica, estación coordinadora de investigación y servicios de asesoramiento de la fruticultura de ese país.
Participó del XI Simposio Internacional de Pera que se realizó en la ciudad de Neuquén con la presentación de su trabajo "Efecto del riego sobre el rendimiento y calidad de la fruta en los árboles de pera variedad Conference en Bélgica" y fue invitado por el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica a dar una charla técnica en General Roca, luego de la cual accedió a una entrevista con "El Rural".
-¿Cuáles son sus perspectivas sobre las importaciones de peras de Europa desde el hemisferio sur?
-La producción de peras en Europa evoluciona en forma más o menos estable: hoy ronda los 2,5 millones de toneladas. Eso quiere decir que no aumenta. Hay países en Europa que disminuyen muy fuerte la producción de peras y hay otros países como Bélgica y Holanda donde la producción aumenta. En el agregado esto hace que se compense. Por eso a niveles globales no disminuye sino que se mantiene más o menos estable.
-¿Esto quiere decir que los volúmenes de importaciones van a aumentar o van a disminuir?
-No sé si van a aumentar o a disminuir. La producción europea es más o menos estable. Hay diferencias dependiendo del país. En Italia se concentra en la producción de Abate Fetel y en el norte de Europa, Holanda y Bélgica, se concentra en Conference. Las importaciones desde el hemisferio sur hacia Europa datan desde hace tiempo, incluso desde que nosotros comenzamos con la variedad Conference. Sin embargo, es posible que como la misma se plantea como una competencia al aumentar la producción de Conference en nuestra zona lo sientan las exportaciones del hemisferio sur.
-¿La variedad Conference es competencia en calidad para la variedad Williams?
-Normalmente sí. Pero cuando hay competencia entre variedades es más común verlo entre Conference y Abate Fetel que entre Williams y Conference.
-¿Durante cuánto tiempo han logrado conservar la variedad Conference en atmósfera controlada?
-Durante nueve meses.
-Eso permitiría mantener una oferta de pera durante prácticamente todo el año. ¿Este hecho genera incentivos a los productores a seguir plantando este tipo de variedad?
-Sí, genera incentivos. Pero no solamente la conservabilidad es lo que está en juego. Nosotros exportamos también nuestra pera a países como Inglaterra, que es un país importador de pera muy importante; Alemania y Rusia.
-Dada la competencia entre la variedad Europea Conferencie y nuestra variedad Williams en pera, ¿usted cree que pueden surgir barreras paraarancelarias como forma de protección de la producción europea en momentos de sobreproducción?
-No creo. Debemos verlo siempre como una competencia entre producciones; se puede decir que el consumidor tiene la posibilidad de elegir entre variedades y puede cambiar de una a otra, a un producto fresco cuando viene la cosecha del hemisferio sur. El consumidor no debe comer todo el año lo mismo. Se podría decir que es una forma de diversificación en el consumo que se ve en todos los productos.
-¿Cuál es su perspectiva sobre la evolución de los precios de la pera en Europa?
-El precio de la pera en Europa ahora es más interesante que el de la manzana. Esto se dio después de varios años. ¿Por qué se da esto? Porque hay una presión muy importante de importación de manzana que viene de otros países como los del Este de Europa. Es una competencia muy fuerte en este caso. Pero aquí también hay diferencias muy importantes entre variedades. Hemos visto que algunas variedades de Club han tenido buena resistencia en la crisis, se venden a un precio muy interesante en plena crisis de manzana. Eso quiere decir que aquí también vemos la necesidad de diferenciar y de ofrecer al consumidor diferentes variedades.
-¿Cuál es la importancia de buscar y ofrecer nuevas variedades al mercado?
-Es muy importante. Porque cuando aumenta permite aumentar también el nivel de vida del consumidor. Éste es uno de los aspectos positivos que tiene la posibilidad de elegir entre diferentes productos. Hay dos tipos de consumidores, hay consumidores que compran una manzana verde, roja o amarilla indistintamente. Pero hay otro consumidor que realmente conoce y se da cuenta de cada tipo de variedad y prefiere una clase específica. La diversificación es una parte muy importante en un mundo globalizado.
-¿Cómo se hace para generar nuevas variedades de pera, hablando institucionalmente? ¿Cuál es el rol de Estado en Bélgica y cuál su relación con el sector privado?
-El gobierno en Bélgica no está preocupado por ofrecer nuevas variedades ni selecciones, el oficialismo no ha generado programas de multiplicación o creación de nuevas variedades. Siempre son empresas que se ocupan, firmas internacionales. En Bélgica tenemos una empresa nacional que se llama Better3fruit que se preocupa por las distintas variedades de manzana y que empezó un programa en pera también.
-¿Son inversiones privadas en que el Estado no participa?
-No.
-¿IPFruit no es una organización estatal?
-Sí, pero interviene en la investigación posteriormente, después de la creación de nuevas variedades; por ejemplo, mis colegas del jardín experimental en manzana y pera buscan nuevas selecciones de todos los programas de Australia, de Nueva Zelanda, de Europa, de Italia y Bélgica y comparan todas las variedades. Y después el gobierno nos paga para saber cuál es el valor de la nueva variedad. Por eso yo decía en la charla que el gobierno de nuestra región, de la región flamenca, está muy interesado en la fruticultura y hace inversiones muy importantes en nuevos edificios. Hace dos años tuvimos un complejo muy nuevo.
-O sea que esta actividad de generar nuevas variedades es algo relativamente nuevo... ¿cuántos años tiene?
-Se comenzó con la introducción de la manzana Jonagold en Bélgica en los años 70. Y para pera es más reciente, hace 10 años.
-¿Qué se busca cuando se buscan nuevas variedades?
-Hoy en peras se buscan otras variedades que la pera clásica, eso quiere decir muy distintas. Hemos visto la introducción de pera Concorde, por ejemplo. Pero es una variedad que está muy cerca de la Conference y no funciona muy bien porque, aunque sea buena variedad, no se puede distinguir bien entre Conference y Concorde. Por eso se prefiere buscar variedades bicolor, por ejemplo, o de piel roja, muy atractiva, y eso es una novedad, todo el mundo puede darse cuenta de que es una pera nueva y va a comprar una pera roja. Por eso es una evolución, porque todo el mundo quiere una pera roja.
-En esto de la generación de nuevas variedades podemos distinguir tres etapas, la investigación, la plantación y el mercado. ¿Cuál es el porcentaje de efectividad de cada etapa?
-Nosotros analizamos diez variedades por año, pero hay diferentes niveles. En el nivel uno es un número muy limitado de árboles que comenzamos a estudiar. En el segundo nivel empezamos un poco más largo y vemos otros aspectos como la adaptabilidad a los fertilizantes, a los agroquímicos, etcétera. El tercer nivel es la plantación en las chacras de los fruticultores, y aquí hablamos de hectáreas. Luego empieza a intervenir el sector comercial. Por ejemplo, cuando comenzamos con los Club, hay cooperativas que tienen su propia variedad de Club. De las diez variedades iniciales que nosotros estudiamos, si llega una o dos variedades muy distintivas a las góndolas sería muy bueno. Sin embargo la idea no es volcar al mercado todas las variedades sino algunas de ellas, porque si volcamos al mercado ocho o nueve variedades el consumidor va a perderse. En esto estamos en cada detalle, incluso estamos organizados a nivel europeo también, está el European Fruit Research Institutes Network (Eufrin), y también tenemos un grupo para evaluación de nuevas variedades y para raleo, entre otras cosas.
-Hace 60 años que Argentina lleva sus productos al mundo, ¿por qué cree que no produce nuevas variedades?
-Podría ser, pero es un programa de largo plazo. Y hay que considerar que es muy caro. Se podría hacer, pero es una decisión que se toma o no y depende de las prioridades del gobierno. Pero también necesitan nuevas variedades de peras aquí, en Argentina. Cuando se quiere seguir con el mercado, cuando se quiere ofrecer variedades frescas después de seis meses de nuestra cosecha, la diversificación continuará también para vosotros con nuevas variedades, de aquí o de otro lado. Pero he visto en el simposio que hay un interés muy fuerte también de los argentinos en variedades nuevas, y eso es bueno.
(Redacción Central)