La llegada para los próximos días de una importante delegación china a Río Negro, desde la lejana provincia de Heilongjiang, genera entusiasmo en la región.
Y no es para menos.
Se habla de importantes inversiones para poner a producir extensas superficies con agricultura, forestación y horticultura en una importante escala, tierras en las que hoy está presente la ganadería extensiva con muy bajos retornos para la actividad.
La mirada está puesta en parte de lo que sería la región ubicada entre el Valle Medio y el Valle Inferior, sobre la que existe una demanda potencial de unas 200.000 a 300.000 hectáreas.
El gobernador Miguel Saiz explicó en su momento que se acordó con una de las mayores empresas chinas de alimentos, la estatal Beida Yuang, que ésta resuelva con los productores de la provincia diferentes formas de asociaciones para permitir a la firma oriental la plantación sobre esas tierras de soja, trigo, pasturas, hortícolas y colza, entre otros cultivos, con sistemas de irrigación.
En una primera etapa, Beida Yuang invertirá 20 millones de dólares para irrigar y producir en 3.000 hectáreas. Pero el proyecto consiste en llegar a una inversión de 1.450 millones en 20 años y sobre más de 200.000 hectáreas.
Lo que busca Beida Yuang en este proyecto es asegurarse parte de los alimentos que necesitan los habitantes de su provincia para los próximos 20 años.
En primer lugar hay que decir que las condiciones para el aumento de las áreas regadas en la región del norte de la Patagonia están aseguradas por tres condiciones particulares: agua en cantidad, calidad de tierras y posibilidades de un precio sostenido a futuro sobre la oferta exportable que salga de estas tierras.
En lo que respecta al agua que transporta el río Negro, su calidad está certificada y, como dato a tener en cuenta, tomando lo registros de caudal de las últimas temporadas, por cada segundo que pasa llegan al Atlántico más de 600.000 litros de agua dulce que se pierden sin ser utilizados por la producción.
A modo de ejemplo la empresa "AgroFértil", dirigida por Juan Manuel Mendía (1), ya realizó evaluaciones en una importante zona del Valle Medio que es representativa del ambiente que el gobierno de la provincia de Heilongjiang quiere explorar con su producción. Este reciente trabajo se realizó para determinar el potencial de rendimiento para una variedad de cultivos que va más allá de la producción de soja, tema hoy en boga luego de los anuncios oficiales.
En los gráficos adjuntos se pueden apreciar los mapas de suelo interpretados para cada uno de los cultivos estudiados (seis en total: soja, álamo, cebolla, papa, pasturas y alfalfa; tres son presentados en esta entrega y el resto se los puede ubicar en la página web del diario) sobre una zona que abarca cerca de 10.000 hectáreas.
En este trabajo se detallan las zonas de productividad (altas, medias y bajas) de cada uno de los cultivos analizados, mostrando así el potencial que tienen estas tierras una vez llegada el agua para su riego. Está claro que estos seis cultivos son tan sólo una muestra del abanico de productos climáticamente aptos para toda esta región.
"Ubicar los cultivos seleccionados en lugares aptos, con manejo sustentable, rotaciones adecuadas, zonas de exclusión y control ambiental permitirá producir alimentos para quienes lo demanden, sin comprometer el patrimonio ambiental a las generaciones futuras", confió el especialista al ser consultado por el tema.
Es posible resolver este importante megaemprendimiento involucrando a los sectores público y privado, beneficiarios ambos económicamente del proyecto, y prestando utilidad a recursos tan preciados (agua, tierra y clima). Pero también, a criterio de Mendía, es necesario que todo este trabajo tenga una comunicación abierta y transparente a la sociedad, con la participación de representaciones sociales, sindicales y educativas.
"Es sumamente beneficioso para Río Negro el desarrollo de nuevas zonas de riego amplias, con carácter espacial de continuidad, que produzca un alto impacto en cuanto al volumen de producción a poner en marcha, con criterios de sustentabilidad ambiental, económicos y de equidad social", remarcó en otras de sus apreciaciones sobre el tema.
Para este tipo de inversiones es necesario marcar un contexto de continuidad temporal, tanto desde el punto de vista político como económico, ya que son proyectos de muy largo plazo. Sin el respaldo a esta continuidad, podemos estar frente a una nueva frustración sobre el futuro desarrollo de la provincia.
Está claro que el proyecto del que se habla no es para poner en marcha de un año para otro.
"Con las ideas claras, el conocimiento y la responsabilidad para gestionar, conducir, formar e integrar grupos de trabajo con profesionales de óptima formación en cada una de las especialidades, se puede desarrollar rápidamente un ´plan de riego´ que conteste las tres preguntas básicas que hoy muchos se hacen sobre este megaproyecto puesto en marcha: qué hacer, dónde hacerlo y cómo hacerlo", completó el especialista.
Financiamiento
Según fuentes del gobierno provincial, el financiamiento de las obras de riego para toda esta extensión de tierras estaría siendo aportado, casi en su totalidad, por el gobierno chino.
Las obras hidráulicas son la llave para el desarrollo de este proyecto.
También se mencionó la posibilidad de créditos internacionales para realizar los distintos análisis de factibilidad de tierras, riego y producción para parte de la región, que puede ir desde el Valle de Medio al Valle Inferior. Existen programas del BID y el BM para financiar este tipo de proyectos productivos. Río Negro y el gobierno chino podrían tener acceso a los mismos.
(1) Juan Manuel Mendía es ingeniero agrónomo (MSc), docente universitario en la UNC y consultor privado.
E-mail: contacto@agrofertil.net
JAVIER LOJO