En el marco del seminario "ProFrutal 2010", realizado esta semana en Roca, el titular de la Asociación Brasileña de Productores de Manzanas (ABPM), Pierre Pérès, expuso sobre la situación y las perspectivas de las peras y manzanas en la Unión Europea. Tras su disertación, el ejecutivo accedió a conversar con "Río Negro Rural" sobre el panorama de la fruticultura en Brasil y el escenario internacional.

-¿Aguanta Brasil con un dólar por debajo de los 1,6 reales?

-No, se paraliza la exportación.

-Los industriales piden una moneda arriba de los dos reales...

-Nuestros empresarios piden un real más competitivo, pero todos los datos macroeconómicos de Brasil muestran que el mercado no va en ese sentido.

-¿Por qué?

-Sencillamente porque están entrando muchos dólares al país. Sólo con la puesta en el mercado de las acciones de Petrobras, algo más de 70.000 millones de dólares ingresaron por esa megaoperación. La lluvia de dólares es muy fuerte como para frenarla con medidas oficiales como las anunciadas esta semana.

-Sin embargo, trascendió que existe aval de los candidatos para acomodar la paridad cambiaria.

-Política... ésas son sólo promesas políticas previas a una nueva elección. Aquí en la Argentina el banco central es el que interviene el mercado de cambios a pedido del Ejecutivo. Dejando la calificación de si esto está bien o mal, ambos trabajan en conjunto. Nuestro banco central es totalmente independiente. Acepta el juego de la oferta y la demanda en el mercado. Puede haber promesas políticas pero no hay indicadores que técnicamente puedan hoy avalar un dólar arriba de los 1,7 reales.

-¿Cómo está la fruticultura en Brasil?

-Como en todos lados, en crisis.

-¿Por la pérdida de competitividad?

-Nuestro problema no está dado por la exportación sino por los retornos que estamos obteniendo del mercado interno. La paridad cambiaria nos pega, pero este año pensamos exportar el 9% del total de nuestra cosecha para fresco. El gran inconveniente lo tenemos en el 91% que va al mercado interno, que son alrededor de un millón de toneladas de manzana.

-¿Dónde está el problema?

-En la manera que tenemos de comercializar nuestra manzana. Existen unos 40 ó 50 compradores en total en todo Brasil concentrados en supermercados y grandes superficies. Del otro lado están los productores, con algo más de 250 operadores entre galpones y empresas dedicadas a la venta. El poder de venta de la oferta está atomizado y esto determina que el precio lo defina la demanda. En este juego los productores tenemos todas las de perder. En la medida en que no se organice la oferta, las utilidades quedarán más cerca de los puntos de venta que de los productores.

-¿Cómo están trabajando esto?

-Existe un proyecto, en el que tiene participación el Estado Federal, que apunta a recomponer toda la cadena comercial para la producción de manzanas.

-¿En qué consiste?

-En la reestructuración de todo el sistema. Para ello el gobierno está dispuesto a otorgar financiamiento a tasas subsidiadas, pero la actividad privada debe hacer un gran esfuerzo para reorientarse al cambio.

-¿Cuál sería ese cambio?

-Se debe armar un nuevo modelo productivo y comercial que permita ganar competitividad en el mercado. La idea es que cada uno siga produciendo y embalando por su lado pero que la comercialización se realice en forma conjunta a través de un consorcio.

-¿Cuál sería el rol específico de ese organismo?

-El consorcio sería una estructura parecida al "board", pero para el mercado interno. Se van a tener en cuenta patrones de homogeneidad para salir a vender en el mercado (calidad, calibre, color, variedad...). Con este patrón cada uno sale con su marca propia pero a través del consorcio. De esta manera, cambia la relación de poder en el mercado entre la oferta y la demanda.

-¿No es un mecanismo éste que fue revisado años atrás en otros países por los bajos beneficios que generaba?

-Fue revisado y corregido, pero continúa en vigencia. Para nosotros es una forma de ganar en el poder de negociación. Hoy esta pulseada la están ganando los supermercados y las grandes cadenas, en desmedro de todo el sistema frutícola brasileño.

-¿Las grandes empresas aprueban esto?

-Están sentadas a la misma mesa, trabajando con nosotros.

El ejecutivo se mostró pesimista respecto de la próxima temporada

Pierre Pérès también dio su visión sobre la temporada próxima a iniciarse.
-¿Cómo ve el mercado de pomáceas para la próxima temporada?
-No lo veo bien. La industria está en crisis y hay que esperar un par de temporadas más para que termine de adecuarse.
-Sin embargo, hay una menor cosecha de peras y manzanas en Europa, el euro alcanza los 1,40 dólares y Rusia sigue demandando fruta...
-Eso es cierto. El problema está en que Europa, con un euro en 1,40, puede ingresar nuevamente en recesión, con una caída de consumo y mayor presión de frutas alternativas. ¿Qué hay de positivo en eso? Los productores de Europa están en crisis y eso no es porque la gente compre y pague buenos precios por su fruta, todo lo contrario.
-¿Se sale de esta crisis?
-Siempre se sale, con ideas todo es posible.