La lógica indica que para obtener una nueva variedad de manzana se deben hacer estudios que llevan años hasta que la planta sale al mercado.
Pero no siempre la lógica es aplicable a la evolución que muestra la naturaleza.
En una reciente nota publicada por el diario "El País", se mencio-na que en una explotación frutícola de los Estados Unidos, dedicada a la producción de la varie- dad de manzana Gala, se descubrió que una rama de un árbol daba manzanas considerablemente más grandes que el resto.
Este poco tradicional fenómeno interesó a Peter Hirst, investigador de plantas de la Universidad Purdue (Estados Unidos).
Para el especialista era una oportunidad única para explorar los mecanismos moleculares responsables de que unas variedades de manzanas fueran más grandes que otras.
Como los diferentes tipos de frutos no siempre tienen los mismos genes controlando las mismas funciones, la comparación genética de una variedad con otra no era un camino eficaz para averiguar cómo se regula el tamaño, detalla la nota periodística.
Pero las manzanas gigantes, llamadas Grand Gala, con un peso superior en un 38% a las Gala normales y hasta un 15% mayores en tamaño, brindaban la mejor oportunidad para la investigación.
Hirst sabía que las manzanas grandes suelen tener más cantidad de células que las pequeñas, así que supuso que en las Grand Gala uno o varios genes hacían que la división celular se mantuviese activa más tiempo en esta variedad, acumulando células y ganando en tamaño.
Pero resultó que estas grandes manzanas tenían más o menos la misma cantidad de células que las Gala normales, sólo que las células eran mayores.
Las células normalmente hacen una copia de su ADN, crecen y se dividen, de manera que cada una de las resultantes de la división continúa el mismo proceso.
Pero debido a un fenómeno llamado endorreduplicación, las células de las Grand Gala hacen copias de su ADN y no se dividen, así que crecen, hacen más copias de su ADN y siguen creciendo.
Una mutación genética espontánea es la responsable de este crecimiento exagerado de las manzanas.
El corazón de las Grand Gala es igual en tamaño al de la variedad normal, así que el tamaño añadido está en la parte comestible.
Y el sabor es igual o incluso mejor, dice el autor del estudio.
Desde luego, afirma la nota reproducida por "El País", en una segunda etapa se podrían encontrar y aislar los genes responsables de este crecimiento inusual de las Grand Gala y producir con ellos grandes manzanas transgénicas de otras variedades.