De acuerdo a un reciente estudio publicado en el sitio web del departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), se espera que la cosecha de cerezas de este año en el país (variedades dulces y agrias en conjunto) sea cercana a las 403.850 toneladas, un 36,5% menos que en la temporada 2009.
Por su parte, los dos estados con mayor producción también experimentarán fuertes caídas.
Según el reporte, Michigan espera una cosecha de 63.502 toneladas, una caída de 47% en comparación a la producción del año pasado, mientras que Washington caerá 35%, a 160.000 toneladas de fruta.
La disminución en los volúmenes está directamente relacionada con el clima frío y húmedo que sufrió la zona productora durante la primavera, según explicó la publicación del USDA, factores meteorológicos que afectaron el potencial de la cosecha tras las heladas ocurridas al momento de florecer las explotaciones.
Este escenario sin dudas genera expectativas para la oferta del hemisferio sur que ingresa al mercado en contraestación.