Se inicia una nueva fase de la temporada.
La Secretaría de Fruticultura de Río Negro dio a conocer esta semana el informe sobre los volúmenes de fruta almacenados en cámaras frigoríficas al cierre del primer cuatrimestre del año.
Para muchos operadores del sector, los números no causaron sorpresa.
La estadística oficial señala que, computando el 90% de los frigoríficos declarados en la provincia de Río Negro, al 30 de abril del corriente existían cerca de 270.000 toneladas de manzanas almacenadas en frío.
La cifra refleja un crecimiento del 6% respecto de la estadística consolidada para la misma fecha del año anterior. En lo que respecta a las peras, los datos oficiales detallan la existencia de unas 148.000 toneladas guardadas en frío, un 15% más del volumen declarado al cierre de abril del 2009.
Si bien los estudios elaborados por la Secretaría de Fruticultura presentan algunos desvíos al realizar las comparaciones interanuales (ver recuadro de página 3), no dejan de marcar una tendencia sobre el futuro comportamiento de la temporada.
Hay que señalar que a esta altura del año, por los volúmenes que se manejan, la manzana es el producto que más expectativa genera a la hora de proyectar la evolución de lo que queda de la temporada. Con las estadísticas oficiales sobre la mesa se pueden sacar las siguientes conclusiones.
* Existen dos posturas bien definidas en la actividad sobre cómo interpretar los datos oficiales acerca de los stocks de fruta en frío. Por un lado están aquellos que especulaban con que los volúmenes de manzanas almacenados en las cámaras frigoríficas iban a ser inferiores a los del año anterior. Esto sin dudas iba a repercutir en los precios futuros del producto ya que, ante una menor oferta, es natural que las cotizaciones suban en el mercado. Al momento de la cosecha, muchos fueron los productores que tomaron la decisión de guardar su fruta a la espera de mejores precios para esta parte del año.
En la otra vereda están aquellos que percibían que era mucha la fruta que se estaba guardando en las cámaras -entre ellos muchos empresarios- y no convalidaban la teoría de mayores precios esperados para después de abril.
* Las estadísticas terminan mostrando, en definitiva, que los volúmenes de manzanas almacenados no se desplomaron -como esperaban unos- ni existen altos niveles de fruta -como especulaban otros-. Se observa cierta estabilidad en relación con los stocks consolidados para la misma fecha del año anterior. Sin embargo, cuando se compara la relación entre lo almacenado y los pronósticos de cosecha, resulta superior en la presente temporada. Es decir, tomando este indicador, se guardó más.
* La calidad de la fruta almacenada es otro de los temas pendientes de análisis. Según datos consignados por el sector privado, no está del todo claro qué calidad de fruta está guardada en frío. Sin embargo, hay que señalar que las condiciones climáticas en esta temporada favorecieron en cosecha la toma de color y condiciones organolépticas del producto para ser almacenado.
* La puja distributiva ya se está dando en el Valle. Durante la cosecha se ofrecían hasta 1,20 pesos por kilo de manzana. Mucha de la fruta fue a las cámaras de frío, especulando con que a partir de mayo los precios iban a encontrar una tendencia creciente, teniendo en cuenta la falta de fruta en la región y la fuerte demanda existente en el mercado. Los productores que guardaron su fruta se "plantaron" ahora en un piso de 1,50 pesos por kilo. Las empresas, cautas, cerraron muy pocas operaciones a estos precios ya que consideran que no son convalidados por el mercado.
* En definitiva, la manzana que salga a partir de ahora de las cámaras frigoríficas tendrá como destino final -en su gran mayoría- el mercado interno y las góndolas de Brasil. El valor de la fruta dependerá de la fuerza que tenga la demanda en estas dos plazas.
El otro dato que hay que tener muy en cuenta es cómo se programa la salida de fruta que está en frío. Coordinar en forma ordenada las ventas de este producto será clave para que no se produzcan sobreofertas puntuales que terminen derrumbando los mercados.