Las proyecciones dadas a conocer por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) muestran que la producción de manzanas brasileña alcanzará en esta temporada los 1,1 millones de toneladas.
La cifra es levemente mayor a la del año anterior. Sin embargo, analistas del mercado adelantan que se observa un importante retraso en la cosecha de esta fruta y que la calidad no es la mejor. Fuentes empresarias del vecino país señalan que "los programas de exportación proyectados son menores a los del año pasado". Esto se debe a dos factores: los bajos precios en el mercado externo, a los que se le suma una paridad cambiaria que no acompaña, y la falta de calidad en la fruta sobre la oferta exportable esperada.
Este escenario puede llegar a repercutir negativamente en el Valle.
El menor volumen de exportación determinará que esa fruta quede en el mercado interno y termine compitiendo con las manzanas argentinas que se orientan hacia ese destino.
También hay que considerar que se espera una menor producción de manzana en el Valle y habrá que tener en cuenta la calidad que se obtenga de esa cosecha.