El mercado ruso sigue siendo clave para la fruticultura del Valle. Las estadísticas así lo confirman: es el segundo destino de importancia de nuestra oferta exportable.
Pero en la retina de muchos operadores todavía está presente la crisis que se generó en este mercado durante el 2005. En ese entonces, muchas empresas cerraron negocios en el Valle sin tener los importadores la venta formalizada en destino. Esto generó una sobreoferta estructural en el mercado que terminó pulverizando los precios finales de las peras y manzanas argentinas.
Con los primeros barcos en esta temporada rumbo a Rusia, existen algunas dudas sobre la calidad y los calibres de pera que fueron finalmente hacia ese destino.
Según se supo, algunas empresas terminaron bajando los calibres de cosecha para poder llenar las bodegas de los barcos que ya llevaban días varados en el puerto y eso generaba sobrescostos importantes para la actividad.
Ahora bien, existen riesgos al tomar esta serie de decisiones y más aún en un mercado que no está del todo "sostenido".
Veamos. Hoy siguen siendo altos los stocks de peras en Rusia y los envíos de Europa (que también tiene elevados stocks) hacia ese destino se mantienen firmes. Esto genera presión sobre los precios de la fruta en frío que debe terminar de colocarse -a más tardar- antes la primera quincena de febrero, que es cuando comienza a instalarse con fuerza la oferta del hemisferio sur.
Pese a ello los operadores saben que hay menos fruta y apuestan a que con la llegada de la Williams se dé un rebote de precios. "Puede ser que se parta de un piso de precios bajo para el inicio de la temporada... pero la demanda pareciera que está firme y los importadores saben que hay menos pera para este año. Esto sin dudas ayuda", confió uno de los exportadores al ser consultado por el tema. Será muy importante en el inicio de esta temporada poder coordinar los embarques y a su vez gestionar controles sobre lo que se envía a cada uno de los destinos. Para muchos operadores no existe margen en el mercado para la fruta de mala calidad y bajos calibres. Y en el Valle pareciera que hay mucho de esto. (Redacción Central)