La fruticultura regional debe mirar al mercado brasileño con preocupación.
En primer lugar, el vecino país sigue poniendo trabas a las exportaciones regionales de fruta y todo indica que esto no tendrá una solución en el corto plazo. En segundo lugar, la pera que está llegando al mercado del vecino país muestra calibres muy pequeños. Esto se esta viendo en los precios que registra la fruta en ese destino. Los productores brasileños comenzarán a presionar sobre la calidad de fruta que se está importando, ya que a ellos les interesa que la fruta importada tracciones los precios internos y no que los deprima.