La vuelta. Con algunos años más encima, su pausa tradicional al comunicarse y rebeldes mechones que intentaban cubrir su ya pronunciada calvicie se lo vio esta semana al ex presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) Miguel Miquel caminando por Roca. Fuentes que mantuvieron contacto con él aseguran que estuvo negociando con empresas del Alto Valle la colocación de su fruta, "considerando que hay muy poca pera para este año y el retraso de la cosecha pone en un lugar de privilegio la producción mendocina". Miquel, hoy empresario frutícola con chacras propias y alquiladas en tierras mendocinas, asegura que "con volumen y calidad las peras en Brasil son un excelente negocio". Se supo que fue muy bien recibido por algunos de los exportadores pese a que su retiro de la CAFI había sido traumático para las empresas que en ese entonces conformaban la cámara del sector. Se lo vio sólo un par de días y nadie conoce los resultados de su negocia- ción.

Desconfianza. Los policías rionegrinos siguen desconfiando de los anuncios de los funcionarios de Funbapa. "¿Tiene idea de cuándo nos van a pagar los adicionales por seguridad que nos deben?", volvió a preguntar esta semana un efectivo a un periodista de este diario. Es que a pesar de la confirmación de que se cancelaría el pasivo por los trabajos realizados en los puestos de control del organismo zoofitosanitario, hasta la semana pasada sólo se había abonado un porcentaje. El compromiso asumido por la Funbapa fue que antes de que cerrara el 2009 se iba a pagar toda la deuda a los efectivos, que hasta llegaron a mandar cartas documento. Y, si a esta situación le faltaba algún interrogante, el policía preguntó qué sucederá el año que viene. "Hacemos adicionales no porque nos guste sino porque necesitamos el dinero para llegar a fin de mes. Para nosotros esto representa mucha plata", expresó la fuente algo disgustada.