La dirigencia de la Federación de Productores no termina de entender porque Guillermo Moreno "les soltó la mano" en medio de las negociaciones con los exportadores. Consideran que no es viable la propuesta de 0,23 dólares por kilo embalado porque los empresarios terminan regulando el precio promedio que perciben los chacareros con el descarte. "Sin control sobre esta variable, el precio final lo termina poniendo el exportador, independientemente de la calidad de fruta que uno envíe", protestó un referente de la Federación. De ser así, las empresas deberían comenzar a transparentar los mecanismos para determinar el descarte y los productores estar encima de lo que entregan para saber qué es lo que verdaderamente desechan los galpones. El acuerdo debe ser entre las partes y con la menor cantidad de intermediarios posible.