Efecto K. No caben dudas de que el gobierno nacional sabe dónde pegar y cómo. Lo que ocurre en la región por la puja distributiva en una mala temporada se puede transpolar a lo que pasa en el país con el sistema político. Desde el gobierno nacional se impone una agenda ante la cual la oposición, por lo atomizada que está, no tiene posibilidades de rápida respuesta. "Todos los días nos están cantando envido con 22 de mano", señaló un referente de la oposición intentando graficar las últimas ofensivas del gobierno nacional con sus leyes en el Congreso. La relación de Moreno con los empresarios regionales es parecida. El funcionario logró en sólo días exigir a los exportadores que trajeran una solución a los problemas de mercado que, por lógica, no les compete acercar. Pero la duda de los empresarios terminó poniendo la pelota en su cancha. Y ahora están "jugando en el terreno donde el gobierno se siente más cómodo: el de la extorsión".