En cuanto puede ayudar a superar la crisis del sector frutícola la intervención de Guillermo Moreno?
Los antecedentes que muestra el funcionario al frente de la administración pública nos permiten arriesgar lo peor. Para muchos, complicará aún más la situación por la que está atravesando la actividad. Estuvo al frente del conflicto ganadero, lechero, triguero y de las recientes negociaciones por el comercio con Brasil. No es necesario profundizar mucho en estos temas. La ganadería, la lechería y los productores trigueros están hoy destruidos por el irracional intervencionismo que aplicó Moreno sobre el mercado para los productos de estas actividades. Los resultados de las gestiones con Brasil no tuvieron mejor final: Lula puso freno en su país a las importaciones provenientes de la Argentina. La fruta del Valle no está fuera de estas restricciones.
Frente a este escenario, se puede deducir que el pedido de la Federación de Productores a la presidente Cristina de Kirchner para que interviniera Guillermo Moreno en la crisis del sector frutícola fue, como mínimo, poco acertado.
-¿Qué se puede lograr con la llegada del funcionario al Valle?
-Una mayor intervención sobre la actividad.
-¿Qué significa esto dentro de la conducta de Moreno?
-Volver al 10% las retenciones a las exportaciones, frenar la devolución de IVA a las empresas, postergar el pago de los reintegros y/o obligar a la firma de contratos con productores y precios de mercado imposibles de pagar.
Sobre los tres primeros puntos, que definen en forma directa e indirecta una mayor carga tributaria sobre la actividad, la sanción terminará recayendo sobre el valor final que recibe la fruta y no sobre los exportadores, como mal piensan algunos.
Sobre el último punto, obligar a firmar contratos con precios firmes llevará a que las empresas dejen de comprar a cientos de productores, quedando éstos marginados del sistema.
Pero el problema adicional que tiene Moreno, y que quedó reflejado en la intervención que tuvo sobre otras producciones del país, es que toma los pedidos del matrimonio presidencial como algo personal. Sigue el razonamiento fundamentalista K: "Vamos por todo", dejando de lado la visión integral de un sistema con tal de lograr que las empresas se arrodillen a sus pies.
Supongamos que todos se sumen al reclamo de que las frutícolas internacionales paguen los u$s 0,29 por kilo de fruta y el gobierno nacional las obligue a ello. Detrás de esta medida, llegará en forma inmediata un proceso de retracción de la actividad, ya que los inversionistas externos que tienen activos en la región abandonarán literalmente el país puesto que en ningún lugar del mundo, donde hay producción frutícola, existen este tipo de planteos. Estamos yendo a contramano de lo que pasa en el resto del globo. Todos los que están en la actividad coinciden en la necesidad de cambios dentro del sistema.
El tema es cómo llegar a ese objetivo mejorando el escenario actual.
Moreno, con seguridad, no es una de las salidas a plantear.