Luego de haber superado lo peor de la crisis internacional y los efectos de la sequía local, el futuro del sector agropecuario luce más promisorio a pesar de que el camino no permanece exento de espinas. De esta forma, se prevé que la actividad agropecuaria mantenga un horizonte con una rentabilidad positiva, tal como se vio en las campañas posteriores a la crisis del 2001.
Dentro del marco local, se proyecta una fuerte recuperación de la producción de granos en el ciclo 2009/10 a partir de la normalización de los rindes.
La presencia del factor climático Niño, que trae lluvias a los cultivos durante la primavera y el verano, permitiría que los rindes fueran incluso levemente superiores a la media y la cosecha podría ser cercana a los 84 millones de toneladas, luego de crecer casi un 35%. Si bien esto representaría una fuerte mejora con respecto al ciclo previo, la suba no sería suficiente para ubicarse en torno de los valores alcanzados en 2006/07 y 2007/08, cuando fueron cercanos a los 100 millones de toneladas. De acuerdo con estimaciones, dentro de los principales cuatro cultivos se espera una fuerte reducción en la siembra de trigo, cebada cervecera y maíz que sería parcialmente compensada por un aumento en la superficie cultivada con girasol y soja.
Precios
Los precios internacionales, tras la recuperación observada en el primer semestre a partir de la normalización de los mercados financieros, se mantuvieron sin grandes cambios o con una tendencia leve a la baja. Así, las cotizaciones de las materias primas agrícolas se ubicaron en torno a los precios registrados a inicios del 2007, antes de la burbuja especulativa, pero por encima de los valores de la década previa.
La única excepción fue la soja: la reducción de la oferta de Sudamérica y una demanda mayor que la prevista de China impulsaron su cotización. Por su parte, dentro del mercado local la realidad fue distinta dado que en los últimos meses los precios de pizarra de los cereales fueron "testimoniales" puesto que la escasez de la producción hizo que la presencia de los exportadores fuera nula. En el caso de los productores de soja, la entrada de la nueva cosecha generó una mayor pesadez del mercado, por lo que las subas observadas en las cotizaciones internacionales no se pudieron aprovechar en forma completa.
Las exportaciones
El descenso del saldo exportable y la fuerte reducción de las cotizaciones con respecto a un año atrás han llevado a una caída del valor de las exportaciones del sector agrícola durante el 2009.
También se debe adicionar, como factor que condicionó las operaciones comerciales, la fuerte incertidumbre existente entre fines de octubre y febrero a nivel mundial, que llevó a los empresarios a reducir su exposición financiera en sus negocios.
El valor de las exportaciones en los primeros ocho meses del 2009 alcanzó los u$s 13.289 millones, lo que implica una caída del 29,9% en las ventas con respecto a igual período del 2008.
Cabe notar que la disminución de las ventas debería ser mayor y ubicarse en torno a los registros de los primeros dos meses del 2009 (-37,5%), pero el hecho de que las exportaciones se vieran paralizadas en marzo y abril del año pasado como consecuencia del paro agropecuario hizo que la reducción en el ciclo actual se viera morigerada.
Adicionalmente, si se descomponen las ventas de acuerdo con la evolución de las cantidades y de los precios, se puede observar que el descenso de las exportaciones responde mayormente a la reducción de las cantidades exportables, que cayeron un 26,6% para ubicarse en 38,1 millones de toneladas.
Los precios promedios de las exportaciones mostraron una caída del 4,5% con respecto al mismo período del 2008 y reflejaron una merma menor que la observada en los registros previos ante la menor reducción de las cotizaciones. Finalmente, desglosando la reducción de las ventas por tipo de producto, la merma se originó principalmente por la comercialización de cereales, granos oleaginosos y aceites, que no logró ser compensada por el incremento de los envíos de subproductos oleaginosos y de cultivos indus-triales.
El retroceso del saldo exportable de cereales como consecuencia de la sequía que afectó al país fue una de las principales causas de la caída de las exportaciones. En particular, durante los primeros ocho meses, las cantidades vendidas al exterior experimentaron un retroceso del 40,4% con respecto a igual período del año pasado, al ubicarse en sólo 12,3 millones de toneladas. Por su parte, los precios promedios de los cereales mostraron un retroceso del 24,4% en lo transcurrido del 2009 con respecto a igual período del año pasado, lo cual determinó que las ventas totalizaran sólo u$s 2.369 millones, menos de la mitad de lo obtenido durante el 2008 (54,9% de caída).
Por su parte, el complejo oleaginoso también exhibió en los primeros ocho meses de este año una caída, aunque menor que la exhibida por los cereales.
En particular, las ventas del complejo oleaginoso totalizaron u$s 10.648 millones, lo cual marcó un descenso del 20,9% con respecto a las ventas realizadas en idéntico período del 2008.
(Fuente: IES)
DESTINOS DE LA OFERTA EXPORTABLE
El principal destino de los granos oleaginosos continuó siendo China, que absorbió el 73% de las semillas exportadas (78,8% durante el 2008) al mantener las compras en torno a los 3,1 millones de toneladas. Lo siguieron Irán y Egipto, que exhibieron participaciones menores del 8,2 y el 4,6% respectivamente.
En el caso de los aceites, la demanda fue encabezada por China, India y Egipto, con el 39,4 (23,5 en el 2008), el 12,3 y el 7,4% del volumen respectivamente, mientras que las compras de subproductos estuvieron concentradas en manos de países de la Unión Europea encabezados por los Países Bajos, España e Italia, que acumularon el 28,4% del total de 17,3 millones de toneladas exportadas.
Mirando al sector agrícola como un todo, se observa que las ventas en general se mantienen diversificadas, aunque se observa un incremento de las compras por parte de China.
La participación de las exportaciones del sector agrícola en el total de las ventas externas de nuestro país llegó al 37% en los primeros ocho meses del 2009, por debajo del 39,6% de igual período del 2008. Por su parte, su participación en las materias primas y las MOA alcanzó el 64% en el período analizado, por debajo del 67% de iguales meses del 2009, debido a la crisis internacional y al conflicto del gobierno con el campo. No obstante, estas cifras marcan la importancia del sector en el comercio exterior argentino. (Fuente: IES)