La Asociación Ruta del Vino de Río Negro nació en junio del 2006 y desde entonces hace un valioso aporte a la región. Antes de su conformación en la provincia se realizaron varios programas de difusión de productos enológicos locales como "Vinos de las zonas frías" y "Saborea Río Negro". Éste promocionaba cinco rutas, motivo por el cual la asociación profundizó un camino propio para concentrarse sólo en los productos que nacen en los viñedos del Alto Valle.

Ruta del Vino es una asociación civil compuesta por varios socios: cuatro bodegas -Humberto Canale, Agrestis, Chacras del Sol y La Falda- y hoteles y restaurantes de Roca y Cipolletti -hoteles Bristol, Huemul, de la Fundación y Patagonia y bar Muñoz- que caminaron juntos un sendero de crecimiento tendiente a promocionar los vinos del Alto Valle.

En tal sentido, la entidad decidió realizar este año tres actividades: degustaciones, capacitaciones y conciertos.

Los ciclos de degustación se realizan en hoteles y restaurantes que forman parte de la Ruta del Vino. Los eventos de degustación tienen hasta cinco pasos para que las bodegas puedan mostrar todos sus productos, en vista de que cada socia tiene sus características peculiares.

La bodega La Falda (Cipolletti) es una bodega-museo que no hace vinos para comercializar sino sólo para visitas y eventos que se realizan en el lugar. Se trata de un espacio netamente turístico que abre sus puertas para mostrar una de las bodegas más antiguas del Valle. Jorge Hercig, propietario y tercera generación que sostiene el emprendimiento, está a punto de abrir un restaurante en este sitio histórico.

Bodega Chacras del Sol, propiedad de Raúl Zucchi, participa en algunos eventos con su vino Konantú pero no cuenta aún con un programa de visitas para turistas.

La bodega Agrestis, de la mano de Florencia Ghirardelli, licenciada en Hotelería y Turismo y secretaria actual de la Ruta del Vino, promociona el emprendimiento familiar de un modo innovador.

Hace un par de años Florencia volvió a Roca e inició una serie de actividades que transformaron la bodega de sus padres. Sin dudas ella imprimió un sello propio a su trabajo, que resume el impulso de una nueva generación, la formación especializada y el compromiso. Comenzó el año pasado con cursos de cata y total éxito. Luego organizó cenas programadas. Los encuentros fueron tan concurridos que la familia decidió seguir sus consejos: debían ampliar la infraestructura para recibir visitantes: "Mi hermana Lucila, arquitecta, transformó nuestro viejo quincho en un salón especial para la realización de eventos y sumamos una cocina enorme en donde realizamos cursos de cocina y nos desplegamos cuando hacemos eventos. Nos reciclamos en el verano pero no dejé nunca de trabajar, en el verano tuve muchísimas visitas guiadas y eventos empresariales. En marzo inauguramos las nuevas instalaciones y ya multipliqué las actividades: cenas programadas, cumpleaños y muchísimos tés, que incluyen visitas a la bodega para que todos los que llegan aquí conozcan cómo hacemos nuestro espumante y nuestros vinos.

"Esto es central para cumplir con los objetivos que nos trazamos en la asociación. El Valle no es un destino turístico en sí y sería difícil instalarlo como tal, así que pensamos que debemos concentrarnos en la atención de los visitantes que vienen por negocios o porque tienen amigos o familiares acá y sobre todo para crear conciencia entre nuestros comprovincianos de la calidad de nuestros productos.

"Adoro la actividad turístico-educativa. Me encanta coordinar las visitas por la bodega, recibir gente y contarle lo que hacemos en el Valle. Estoy feliz acá, este lugar tiene un enorme potencial; sólo tenemos que mostrarlo", resume Florencia.

La asociación anhela que en Río Negro cada habitante sea un convencido promotor, tal como ocurre en otras provincias. Resume su secretaria: "Vas a un restaurante en Mendoza o en Salta y te sirven sus vinos, lo cual me parece perfecto; ojalá que en poco tiempo logremos que nuestros restaurantes -entre ellos los de los lugares más turísticos- ofrezcan con orgullo nuestros vinos y espumantes. Hacia este objetivo nos encaminamos. Ojalá que nuestros funcionarios y nuestros comerciantes nos acompañen. Tenemos que lograr consolidar nuestra identidad y para ello el trabajo conjunto es fundamental.

"Ésta es la tarea que asumimos como Ruta del Vino, que compone la historia de la vitivinicultura regional, sus prácticas, la transformación a la que es sometida la actividad a través de los años y los productos que se logran en esta zona, que en boca de los entendidos es una de las mejores para la producción de vinos finos y espumantes de la Argentina y el mundo".

Un proyecto en este sentido -que la bodega Humberto Canale realiza desde hace años- es organizar visitas guiadas para colegios, para que los alumnos sepan cómo funciona una industria tan importante del Alto Valle. Juan Garabito, gerente de Ventas de la bodega H. Canale, pionero regional en visitas guiadas de este tipo, muestra orgulloso los dibujos de agradecimiento que recibe de alumnos que visitan la bodega más antigua del Valle, que celebra sus 100 años.

Otro colaborador permanente de la Ruta del Vino es el INTA. Acompañó a la asociación desde su nacimiento y continúa haciendo valiosos aportes. Su técnico especialista en Turismo, Diego Rodil, fue secretario de la asociación que actualmente preside Norberto Ghirardelli, acompañado en segundo término por Juan Garabito, de la bodega Canale.

La actividad novedosa del año son los próximos conciertos en las bodegas, un programa de música entre viñedos. Cada bodega escogió una organización de bien público para que se beneficie con el valor de las entradas. Agrestis eligió a Lalcec, Canale al Club de Leones y La Falda a una escuelita cercana a la bodega de Cipolletti. "La actividad es en total beneficio de estas entidades. Nosotros ofrecemos el espacio. Pensamos en tres conciertos de géneros musicales distintos, para que el que quiera pueda asistir a los tres. Los músicos los aporta la Fundación Cultural Patagonia".

El primer concierto se realizará en la bodega La Falda 17 de octubre; el segundo, el 14 de noviembre en la bodega Agrestis y el tercero, el 5 de diciembre en la bodega Humberto Canale. La idea es instalar esta actividad todos los años.