Si bien en la temporada pasada no se habían escuchado grandes quejas sobre la calidad de la fruta valletana que había llegado al mercado ruso, este año la situación cambió radicalmente: llovieron protestas de los importadores por la mala calidad que presentó la fruta argentina, en especial las manzanas.
Los exportadores regionales que participaron en la última Feria Internacional de Moscú sufrieron en carne propia las quejas de los importadores.
La realidad muestra que mucha de la fruta que se destinó hacia ese mercado -en especial en la última parte de la temporada- no presentaba la calidad esperada. Pero también está la posición de los importadores rusos, que ante una caída de los precios en los mercados comienzan a cubrirse frente a los exportadores en busca de argumentos para terminar ajustando resultados.
Las manzanas fueron las que recibieron el mayor peso de las críticas y entre ellas la variedad Granny Smith. "Literalmente, la caja de Granny se terminó regalando", según un empresario. El problema está en la próxima temporada.