Con el cierre de las estadísticas oficiales de julio del corriente y el 80% de la comercialización de la fruta ya liquidada, los distintos informes detallan que en la presente temporada ingresaron alrededor de 167 millones de dólares menos respecto del año anterior.
La cifra resulta de los menores valores que ingresaron al Valle en concepto de exportación de peras y manzanas frescas y las ventas de fruta industrializada.
Todos los destinos externos generaron menos divisas durante el corriente año, mientras que en el mercado interno las estadísticas consignan que precios y volúmenes se mantuvieron estables, siempre al ser comparados con los datos del año anterior.
El cierre del 2008 mostró que por exportaciones -tanto de peras y manzanas en fresco como industria- ingresaron a la región 637 millones de dólares. Para este año, tomando las proyecciones de Brasil e industria, se espera que las divisas genuinas que ingresen por exportaciones alcancen los 470 millones de dólares, lo que refleja una caída del orden del 26% entre ambas temporadas. El faltante de dinero es importante para el sistema, y la producción primaria será uno de los segmentos que más sufrirá estas restricciones.
"La fruta es la que termina pagando las caídas registradas en el mercado", aseguró un operador al ser consultado por el tema.
Es que en el actual esquema comercial de la región, donde el valor que percibe la fruta se determina en forma residual (precio conseguido en el mercado menos la suma de costos para llegar al mismo), no hay otra forma de que sea la producción la que perciba el mayor impacto de la crisis cuando los mercados entran en problemas.
¿Deben existir cambios en el actual sistema comercial? Seguramente, ya que este tipo de esquemas son perfectibles y sujetos a posibles modificaciones. El problema es llegar a un consenso mínimo para poder trabajar sobre los desvíos existentes sin terminar quebrando relaciones entre los distintos sectores que componen la actividad, en la que no sólo comprende a los productores empresarios, sino también, entre otros, los gobiernos y los trabajadores.
El mercado brasileño se mantiene con firmeza en esta segunda parte del año, tal como lo señalan los distintos informes del sector público y privado llegados a esta redacción.
Tomando las proyecciones privadas, se espera que para todo el 2009 las exportaciones de peras y manzanas regionales a Brasil alcancen los 122 millones de dólares.
Si bien la cifra refleja una caída del 8% respecto de los niveles del año anterior, cuando se la compara con la temporada 2007 está un 20% por arriba.
Un reciente trabajo realizado por la Secretaría de Fruticultura de Río Negro detalla que las colocaciones de peras totalizaron, al cierre de julio, algo más de 74.300 toneladas, cifra que refleja una suba del 11% respecto del 2008 y del 23% en relación con los volúmenes del 2007.
En un análisis por variedad, el valor calculado para la Williams cayó en dólares 19% respecto del 2008 y mostró una suba del 24% en relación con los precios obtenidos en el 2007. En Packham´s se observa una caída de precios en dólares del 24% respecto del 2008 y un incremento del 19%, con el 2007. En lo referente a las manzanas, el informe oficial señala que, al cierre de julio, los volúmenes exportados hacia Brasil alcanzaron las 19.600 toneladas, lo que refleja una caída del 14% en relación con 2008 y del 20% cuando se los compara con las exportaciones del 2007. Los precios observados son 24% inferiores al 2008, pero 50% superiores en relación con el 2007.
Aquí también cabe la aclaración que el año pasado fue una temporada muy buena para la fruta regional.
Si bien las pérdidas de este año son importantes, cuando se compara los ingresos con los de la temporada pasada, no hay que dejar de señalar que el 2008 fue uno de los mejores de las últimas décadas para la fruticultura regional.
Comparando los ingresos consolidados del 2007 respecto de la proyección de la presente temporada, las pérdidas se achican a sólo 25 millones de dólares. Y también hay que decir que el período 2007 fue positivo para la actividad valletana.
¿Por qué si el 2007 fue una buena temporada y el 2009 tuvo casi los mismos ingresos, estamos hablando hoy de crisis? Por los costos. En estos dos últimos años, los costos treparon cerca del 35%. Entonces estamos hablando de ingresos del 2007 pero con costos del 2009. Conclusión: los niveles de rentabilidad se achicaron sensiblemente. Con un agravante, que este año más que nunca se pagó bien sólo por la fruta de calidad, observándose problemas de precios sobre toda aquella oferta que no presentó esta característica.
Problemas de la temporada
Sin dudas, varios fueron los problemas que se presentaron en la presente temporada. Sin embargo dos son los más destacados que vale la pena mencionar.
* El paro de los trabajadores frutícola, a principios de temporada, complicó la logística de las empresas de servicio, generando serios inconvenientes en la planificación sobre el almacenamiento y frío para las peras y manzanas. Esto determinó que mucha fruta al salir de cámara, meses después de haber ingresado a las mismas, no presentara la calidad esperada por el mercado.
* El otro punto fue que gran parte de la oferta de peras y manzanas que tradicionalmente se destinaba a las jugueras, a último momento se reorientó a los galpones de empaque por los bajos precios que ofrecía la industria. Esto determinó que los niveles de descarte sobre la fruta destinada al mercado en fresco crecieron en forma significativa. En promedio, para esta temporada, las empresas calculan un descarte de máquina del orden del 30%. Es decir, que uno de cada tres kilos de fruta entregada tendrá retorno cero o negativo si tenemos en cuenta los costos generados por el pasaje en máquina.
En definitiva, los problemas de calidad serán los que terminarán por presionar sobre los resultados finales de la temporada.
Los precios finales logrados en los mercados no han sido malos -tomando de punta a punta cada uno de ellos-, pero el problema está en que poca fue la fruta que llegó a los mismos en relación con lo que se produjo y el descarte, que todos los años ayuda para sostener los costos, esta temporada no dio retornos negativos.
Este cóctel comercial fue, en definitiva, el que determinó las pérdidas en la presente temporada por 167 millones de dólares mencionadas párrafos arriba.
Los productores se enfrentan a un serio problema para poder continuar. Y la plata no aparece.
Javier Lojo
jlojo@rionegro.com.ar