Cuando se viaja por el sudoeste bonaerense se atraviesa una superficie estimada en 6.500.000 hectáreas que involucra a los partidos de Guaminí, Coronel Suárez, Adolfo Alsina, Coronel Pringles, Coronel Dorrego, Tres Arroyos, Monte Hermoso, Coronel Rosales, Saavedra, Puán, Tornquist, Bahía Blanca, Villarino y Patagones.
Hace un tiempo estos campos llegaron a producir más de cinco millones de toneladas de granos, incluyendo trigo, maíz, cebada cervecera, girasol y soja (campaña 2004/2005).
Pueblos rurales poblados y activos tenían vida propia en todos los aspectos. Hoy la región ha perdido más del 25% de su población, dejó de exportar toneladas de alimentos y se están liquidando o se han muerto gran cantidad de vientres.
Campos desolados, enormes voladuras por el desmonte irracional de los suelos a lo que se sumó una sequía histórica configuran un panorama desolador.
Como lo han expresado las entidades del sector, aquí no se puede pensar más en soluciones conyunturales, sino en las de mediano y largo plazo, o sea, en la estructura agraria.
Se ha presentado un movimiento llamado "Conciencia Interior", que trabaja sobre estos temas y para que se implemente efectivamente la ley del Sudoeste Bonaerense, que contiene un plan con promociones crediticias e impositivas entre otras, pero que aún no ha sido puesta en marcha en forma efectiva.
Como dato positivo cabe mencionar que han llegado algunas lluvias que permitieron implantar algo de cosecha fina y acomodar el estado de las pasturas. Pero también la zona recibió dos noticias negativas. En primer término el veto presidencial a la exención a los derechos de exportación para las zonas en desastre agropecuario en las que está incluido el sudoeste.
La otra noticia negativa es el pedido de renuncia que le efectuó el gobernador Scioli al ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Dr. Emilio Monzo. Este funcionario, compenetrado de los problemas de toda la región, aportó mucho diálogo durante casi un año de actividad. Al mismo tiempo demostró estar en la búsqueda de acuerdos y soluciones para el sector aun con ideas no acordes con las que pregona el gobierno nacional.
Este gobierno le pidió cuatro veces al gobernador que echara al ministro agropecuario. El gobernador ratificó otras tantas veces que disponía personalmente de todos sus ministros, pero esta vez la presión fue muy fuerte y Emilio Monzo fue desplazado de su cartera. Esto provocó enormes y fuertes declaraciones de repudio en todos los sectores agrarios nacionales y regionales.
Así se fue otra esperanza para esta zona que seguirá esperando recuperar el esplendor de otras épocas.