Las proyecciones de cosecha maicera volvieron a recortarse y el volumen final de trilla ahora se ubica en torno de los 12,5 millones de toneladas, mientras que la campaña de trigo de este ciclo muestra una nueva merma, debido a que se estima una cobertura de 2,8 millones de hectáreas, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En el caso de la soja, y finalizada la cosecha, la entidad confirmó que la zafra final fue de 32 millones de toneladas, un 33% inferior a la que se logró durante el ciclo agrícola previo.
Respecto de la colecta del maíz, y debido a condiciones climáticas adversas, dejaría un volumen final de cereal del orden de los 12,5 millones de toneladas, cuando se lleva cosechado el 95,7% de la siembra maicera nacional, que mostró una productividad final de 6 toneladas por hectárea (frente a los 9,3 tn/ha que dejó el ciclo previo).
Desde la entidad cerealera se indicó que no se esperan modificaciones significativas en cuanto a la campaña del maíz que se está terminando de trillar.
Asimismo, el reporte pone de relieve que la lentitud de la trilla se debe a condiciones meteorológicas adversas que, en caso de seguir, llevarían a que los productores derivaran esos lotes al consumo animal y no recogieran lo sembrado.
Respecto del trigo -y cuando se llevan sembrados 1,37 millones de hectáreas sobre un total proyectado a cubrir de 2,8 millones, un 39,1% menor a la cobertura realizada durante la campaña anterior-, se prevé un volumen final de cosecha de entre 6,5 y 6,7 millones de toneladas. Ese escenario productivo para el trigo resulta hasta el momento el más bajo de los últimos 100 años.