Esta semana venció el plazo para presentar los contratos frutícolas ante la Secretaría de Fruticultura de Río Negro. Según la ley provincial, el pago que debe figurar en el mismo por la fruta adquirida a los productores es de 0,29 dólares. El valor está lejos de lo que se proyecta pagar. Según fuentes empresarias, se espera en promedio obtener un retorno para la fruta destinada al mercado en fresco entre los 0,18 y 0,22 dólares por kilos. De ahí que todavía no se hayan presentado en forma masiva los contratos exigidos por ley. Esto muestra que la demagogia de algunos funcionarios termina golpeándose con la realidad del mercado. La pregunta de los productores es ahora: ¿quién pondrá la diferencia entre lo que dice la política y lo que paga el mercado?

La falta de liquidez es algo que se siente en la región. Pero las empresas frutícolas están buscando fondos de donde sea intentando cancelar las deudas en dólares que mantienen con ciertos proveedores, para antes del 28 de junio. Es que muchos son los que apuestan a que, el día después de las elecciones, el dólar se dispare por encima de los 4 pesos y los cobros anticipados en moneda extranjera provenientes del exterior, pasados a pesos una vez que ingresan a la Argentina, terminen por descalzar los balances de las empresas. Se estima que en los próximos días una lluvia de cheques diferidos -en pesos- inunde el Valle buscando de esta manera atemperar una posible devaluación.