a ausencia de estímulos para optimizar la cría y el desarrollo ganadero en el país se tradujo en un nivel de faena récord de bovinos, así como en una fuerte liquidación de vientres, de acuerdo con estudios realizados por técnicos de la industria frigorífica local y exportadora.
Así, un informe de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA), que preside Miguel Schiaritti, destaca que se llegó a esta situación mientras Brasil pasó de ser "el país de la carne dura" a convertirse en el mayor exportador en el mundo.
Según el reporte, varias son las causas que preanuncian una profundización en la caída de cortes cárnicos argentinos en los mercados mundiales. En esa línea, se pone de relieve que incidió directamente la merma en las reservas ganaderas, provocada por una faena récord que se fundamentó en la "falta de estímulo para invertir en la cría de ganado". Como segundo argumento la CICCRA esgrime la importante liquidación de vientres que se viene produciendo en el país desde hace más de 30 meses y que, aunque permite lograr un elevado nivel de obtención de cortes cárnicos, "se tornará insostenible en el mediano plazo".
Además, los industriales del sector pusieron de relieve que también influyeron negativamente en la caída de reservas y la faena acelerada las crecientes trabas y reglamentaciones que se disponen desde la ONCCA para exportar el producto, que "desalientan el desarrollo armónico de los mercados interno y externo, así como la mayor generación de valor".
Estas medidas del gobierno desalentaron la producción de novillo pesado y alentaron la del novillo liviano, a través de las compensaciones a feed lot.
Respecto del desincentivo a la producción, esto se tradujo, según un informe de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en que "el país perdiera en los últimos tres años 14.536 millones de pesos por malas políticas ganaderas".
Además, la liquidación de vientres se produjo por falta de rentabilidad y generó que, desde el 2006, se dejaran de producir 4.171.416 cabezas de ganado, las que a un valor estimado de 600 pesos por cabeza dan una pérdida final de 2.502 millones de pesos, de acuerdo con el mismo estudio privado.
"Si evaluamos la pérdida de carne por no tener estos terneros, el país dejó de producir 750.854 toneladas, que hubieran alcanzado para alimentar a otros 10 millones de personas durante un año", explicaron a la prensa técnicos de CRA. Según consta en el trabajo, el stock ganadero del país se redujo de 58,8 millones de cabezas que había en el 2006 a 55,4 millones que hay en la actualidad.