La caída en los rindes de la soja de este ciclo proyecta una merma de unos seis millones de toneladas en el volumen final de la zafra nueva, que se ubicaría en torno de los 41 millones de toneladas de la oleaginosa, de acuerdo con relevamientos privados.
Los datos estadísticos se difundieron poco después de que el gobierno publicara las estimaciones agrícolas que elabora la cartera agropecuaria nacional, que dieron cuenta del recorte de unos 10 millones de toneladas en la soja que se está trillando. Si bien el reporte oficial fue relativizado luego mediante un comunicado de la Secretaría de Agricultura que definió como "referenciales y pasibles de modificación" a los guarismos difundidos desde el organismo pocas horas antes.
La fuerte caída que mostrará la cosecha de este año ya había sido anticipada por analistas privados y por proyecciones de distintas consultoras del país. En algunos reportes, incluso, hace unos 30 días se adelantó que la trilla sojera nueva dejaría un volumen nacional de zafra levemente por encima de los 36,5 millones de toneladas, mientras que estimaciones más pesimistas ubicaban esa cifra en torno de los 35 (mill/tn).
No obstante, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se indicó que la cosecha rondará los 41 millones de toneladas, unos seis millones menos que los que dejó la campaña anterior. La merma se fundamentó en los rendimientos que se iban logrando, calificados entre regulares y malos, que condicionan el tamaño de la cosecha nacional. En ese contexto, los técnicos de la entidad cerealera consideraron que la producción de la oleaginosa se recortará en 1,3 millones de toneladas, pasando de las 42,5 millones inicialmente estimadas a las 41.200.000 proyectadas tentativamente a la fecha.
Cuando se lleva trillado el 14,2% de la siembra nacional de la oleaginosa, la Bolsa de Cereales informó que se llevan cosechadas 2,47 millones de hectáreas que, con una productividad media de 2,28 toneladas por hectárea, acumularon un volumen superior a los 5,6 (mill/tn) de soja nueva.
Las condiciones de sequedad climática registradas en las principales zonas sojeras frenaron el estado de los cultivos de primera tardíos y los de segunda ocupación, que transitan por las etapas reproductivas.
Asimismo, la cosecha de los cultivos sembrados en fechas oportunas e intermedias entregaba rendimientos menores a los estimados en precosecha, determinando un escenario de potenciales mayores mermas en el volumen final de cosecha.
En el Núcleo Sur, los resultados obtenidos a la fecha muestran una gran heterogeneidad debido a la disparidad de las lluvias recientes, mientras que hacia el Centro Norte de Córdoba se registraron precipitaciones de moderada intensidad que provocaron interrupciones en las recolecciones a la fecha.