El lunes comienzan a recibirse en Neuquén los proyectos contemplados en el Plan Productivo Provincial. Mediante un llamado a concurso serán evaluados por auditores externos para convalidar su viabilidad.
De esta manera el gobierno intenta profundizar el cambio de la matriz productiva neuquina iniciado a fines de la década pasada con la puesta en marcha del polo vitivinícola neuquino.
Esta vez, argumentan desde la administración Sapag, se buscará una mayor transparencia en los proyectos evaluados, de modo de potenciar las estructuras productivas con las que ya cuenta la provincia. El objetivo de esta nueva ofensiva: tratar de sacar a Neuquén de la dependencia que hoy mantiene con el petróleo. Y no será una tarea fácil.
Fueron varias las administraciones que, bajo distintos lemas, intentaron hacer este cambio en la provincia. "Es necesario comenzar a pensar Neuquén de otra manera. El Plan Productivo puede ser el inicio de un cliclo para lograr este cambio", confió Leandro Bertoya, titular del Ministerio de Desarrollo Territorial y promotor de esta iniciativa, que contempla opciones atadas a un tentador financiamiento.
Luego de un minucioso trabajo realizado en forma conjunta entre los sectores privado y público, la provincia seleccionó 14 proyectos sobre los que se puede comenzar a trabajar (ver recuadro). Todos cuentan con financiamiento del 100% de la inversión a tasas subsidiadas.
Las condiciones financieras para cualquiera de estos proyectos son muy favorables teniendo en cuenta las tasas y la baja disponibilidad de crédito para el sector productivo en el mercado.
Condicionados
La realidad muestra que existen dos factores que condicionan la puesta en marcha de este nuevo plan.
El primero está centrado en el momento en que se presenta esta alternativa de financiamiento. Las condiciones nacionales e internacionales no son las mejores. Todos están a la espera de mejores señales en el mercado. "Somos conscientes de que éste no es el mejor momento para salir con esta propuesta. Pero en política nunca es el momento... hay que empezar a motorizar el cambio y eso es lo que estamos proponiendo con esta alternativa", aseguró el funcionario al ser consultado.
El otro punto está relacionado con la idiosincrasia del tomador de créditos. En Neuquén existe la filosofía de que el Estado debe apoyar la producción y eso es sinónimo -por lo general- de que el crédito que se toma no se paga, una conducta que no resulta compatible con esta nueva herramienta financiera, que contempla garantías reales sobre los montos entregados como créditos para poner en marcha los mentados proyectos.
Si la administración Sapag logra sortear estos dos aspectos, es posible que el Plan Productivo sea el vehículo que motorice el cambio de la matriz que tanto necesita Neuquén.
Los proyectos que se licitan
Del trabajo realizado en forma conjunta entre los sectores privado y público, la provincia seleccionó 14 proyectos viables para poner en marcha en la provincia.
Éstos son algunos de ellos:
• una planta agroindustrial de aprovechamiento de materias primas vegetales
• una planta de extracción y fraccionamiento de miel
• establecimientos de producción y transformación de productos forrajeros
• una planta de alimentos balanceados
• una planta de elaboración de pescados
• granjas acuícolas
• establecimientos de transformación de productos forestales
• plantas de industrialización de cuero caprino y ovino y de procesamiento de frutas finas
• planta de procesamiento de desechos de aparatos eléctricos y electrónicos
• construcción y operación de una planta frigorífica para conservar frutas frescas
• planta para empaque de frutas frescas.