Federico Silin es creador y coordinador del proyecto "Archivo Visual Patagónico" que, junto con el proyecto "Memoria Patagónica" desarrollado por el Instituto Primo Capraro de Bariloche, fue concebido como herramienta digital de averiguación, consulta, difusión y conciencia social de las colecciones familiares de Bariloche y la Patagonia argentina, tomando como modelo el proyecto "American Memory" de Estados Unidos.

Silin cuenta cómo trabaja en un proyecto que invita a pensar Bariloche como la colonia pastoril del pasado y la ciudad turística del presente.

Hace tiempo que Federico está metido entre álbumes de fotos que cuentan, en silencio, la historia de Bariloche, historias contadas por familias y por personas que comprendieron el valor de preservar datos del pasado. Una tarea tan fascinante como compleja. "Bariloche -explica- tuvo un crecimiento muy acelerado y no hubo tiempo para reflexionar sobre esos cambios, para pensar qué queríamos preservar, qué queremos mantener de ese viejo Bariloche, qué vamos a dejar como legado para las próximas generaciones". Su tarea, en síntesis, es ésa: la reflexión en torno de lo que ha cambiado, lo que perdura y lo que deberíamos guardar para que las nuevas generaciones comprendan con qué sustancia se va modelando el presente.

La vieja Bariloche, relata Silin, era una sociedad muy particular que en sus comienzos fue un mundo rural. "Detrás de esa imagen de la Suiza Argentina existía una diversidad notable de colectividades europeas, de colonos norteamericanos, chilenos, chilotes y nativos. Cada colectividad mantuvo sus tradiciones pero hubo espacios donde esa diversidad se encontraba. Denomino a esos lugares ´espacios de la memoria´; allí se dialogaba. Era el caso del mercado principal, que era muy atractivo no sólo por lo que ofrecía sino porque era el punto de encuentro para toda esa sociedad. Allí se producía, además, el encuentro entre la gente de campo y la gente de la ciudad. En un momento histórico determinado, la gente de campo optó por no venir a la ciudad; temía a esos cambios que se iban produciendo, cuando aquella aldea de montaña se convertía en ciudad. Otro de los espacios de intercambio para estos actores eran los almacenes de ramos generales, los lugares donde la gente se abastecía, iba a tomar una copita, compraba una vestimenta, sus víveres...".

Bariloche nació como colonia pastoril, era un mundo rural que sin dudas quedó atrás y que hoy reconstruimos con imágenes y relatos. Hay fotos que hablan de ese pasado en el cual era costumbre cultivar, donde estaba arraigada la idea del autosustento, necesario y comprensible en esta geografía. "Eso lo pude ver bien de cerca cuando conocí a Inés List y su casa en el kilómetro 2, camino al Llao Llao -afirma Silin-. Vi todo lo que heredó de su madre y de su abuela, de su mundo en pequeña escala donde tenían vacas, sembraban papas y repollos y había manzanos que aún están en pie. O el Ulmo, único en la zona, que trajo la abuela Runge de Chile en los primeros años de la colonia".

Lamentablemente nunca se les ha dado mucha importancia a la preservación y la difusión de la documentación visual, sostiene Federico. Pero, paradoja mediante, de ese déficit nació su pasión. "Hace tiempo solía visitar el museo de la Patagonia y lo que siempre me llamó la atención fue el álbum de fotos de ´La Compañía La Chile Argentina´. La empresa estuvo muy ligada a los comienzos de la colonia tanto en el sur de Chile como en la Argentina, a los alemanes que poblaron el lugar, al comienzo del comercio y a la colonización. Pregunté si se estaba digitalizando esa documentación, que era lo que a mí me interesaba. Me comentaron que recién se estaba comenzando con la digitalización de álbumes familiares y demás documentación. Así comencé con mis trabajos de rescate y preservación para poner esos documentos en valor e incursioné en el uso de herramientas para rescatar las fotos, que el tiempo, el desgaste y la manipulación van deteriorando".

Las fotos de colecciones familiares, explica, arman la historia, la memoria, y uno tiene que resolver prolijamente ese rompecabezas. "Ahora la pregunta es: ¿cómo armamos esa historia? Las historias de vida, las biografías, refuerzan lo que uno ve en fotos, son ´las voces vivas de esa memoria´. Muchos datos del Archivo Visual Patagónico los obtuve de gente que vivió hace muchas décadas. En sus relatos esas imágenes comienzan a tener coherencia, adquieren su contexto y su sentido. No es fácil comenzar a reconstruir la historia". Y para ilustrar esta dificultad Federico habla de la preservación de la arquitectura de Bariloche. "Una buena manera hubiese sido conservar el casco histórico, haber delimitado unas cuadras como lo han hecho las ciudades europeas con la ciudad vieja. La ciudad sin duda seguirá creciendo pero conservando un sector que hace a su historia. Esas casas de madera, los chalets suizos y los edificios diseñados y construidos por Parques Nacionales, bien conservados, serán los que van a definir la historia del lugar. Esto es importante considerando que Bariloche es una ciudad turística y el turista busca lo auténtico".

Las fotos del Bariloche antiguo hablan también de un Bariloche que no fue, de un modelo que no prosperó, el de la colonia agrícolo-ganadera.

"Hay una foto emblemática de 1925 que muestra a vecinos de Bariloche agasajando a Carl Wiederholdt, fundador de Bariloche. Celebran los 30 años de la aldea teniendo en cuenta que Wiederholdt llegó en 1895. A partir de allí se contaba la historia de Bariloche y no desde la fundación oficial en 1902 por decreto, es decir, el de la creación de la colonia agrícolo-ganadera del Nahuel Huapi. Podríamos decir, a partir de esa foto, que los orígenes de Bariloche se remontan a la llegada de un colono alemán, que había un ambiente extranjero, de colonos. Supongo que eran las personas que se querían mostrar y también eran las que se vendían en las postales que mostraban el lado europeo de la región. El ´otro´ Bariloche siempre quedó relegado en la historia; en los registros siempre se excluyó a los nativos, los que vivían en los lotes pastoriles que se extendían más allá del Centro Cívico y la ciudad ´europea´. No se habla mucho de la población antigua y tampoco se la ve en las fotos. Los que tenían importancia, peso, eran los extranjeros. Por lo menos por lo que yo pude ver en las fotos. También Parques comenzó a desplazar a muchos nativos que vivían allí por el otro lado del lago. Vinieron también Anchorena, Ortiz Basualdo, los Lynch, que se establecieron sobre zonas relegadas de la colonia. Parques quería desalojar a todo el mundo de sus tierras para mostrar su propia obra, para vender el ideal, lo que el imaginario porteño había creado de este paisaje de lagos, bosques y montañas. Algo así como ´Para este lugar, este modelo. Hay que aplicarlo, hay que venderlo´. Y ése fue el inicio de la transición entre la colonia agrícolo-ganadera y el Bariloche de Parques Nacionales".

De eso tratará la muestra de fotos que está armando Federico Silin para el próximo aniversario de la ciudad. "No se trata de mostrar simplemente fotos antiguas de Bariloche sino de plantear una mirada diferente sobre la historia, una reflexión sobre la transición entre el Bariloche de los pioneros y el que imaginó Parques, que desencadenó lo que hoy tenemos".

Hans Schulz/SUSANA YAPPERT

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