No es algo para alarmarse. En medio de una compleja temporada, en el mercado regional comenzaron a verse algunos problemas de liquidez. Los pagos a los proveedores por parte de algunas de las grandes empresas del Alto Valle se postergan y, a su vez, aparecen los cheques con plazos más extensos de lo normal para liquidar las deudas tradicionales a esta altura del año.

Para algunos operadores frutícolas, esta no es una situación preocupante. "Todo se normalizará una vez que comience a llegar el dinero de las ventas realizadas en el exterior", confió un ejecutivo de una frutícola regional al ser consultado por el tema. Es que la actividad regional, en esta etapa del año, sobrellevaba la mayor parte de sus obligaciones financieras con los adelantos que recibía de los importadores. Pero hoy la realidad no es la misma que la de temporadas anteriores.

- Por un lado está la crisis financiera internacional, que reduce el circulante en la mayor parte de los países desarrollados. Pese a los esfuerzos de sus bancos centrales, la inyección de dinero oficial no termina por restablecer la liquidez que hoy necesita el mercado para poder sortear la situación. Mucha de la oferta exportable del Valle va a estos mercados y los adelantos por la futura venta de la fruta se están haciendo "a cuentagotas".

- El otro tema son los importadores. "La crisis está, pero si la exageramos un poquito... mejor". Con esta consigna los exportadores no saben hasta qué punto los operadores en destino no liberan las divisas. Si es porque no las tienen o porque se "suben" a la crisis para postergar obligaciones.

- El tercer punto está dado por la caída de exportaciones en volúmenes y valores del mercado ruso. Sus importadores acortaron las entregas que tradicionalmente estaban enviando al Valle al momento de cerrar las operaciones. Los famosos "adelantos" se redujeron cerca del 50%. Los problemas financieros de las empresas rusas terminaron por secar la plaza y el crédito no aparece. Por lo tanto los fondos que llegan a la región por la venta de fruta no son los mismos que el año pasado. Los exportadores aseguran que no hay que preocuparse, que la plata llegará. El problema es cuándo.

- Por último el gran problema que tiene la actividad frutícola regional es la falta de financiamiento existente. Pese a que hay anuncios oficiales en este sentido (ver nota abajo), la realidad muestra que es muy difícil acceder al crédito.

Ésta es una actividad que trabaja con necesidades de dinero de corto plazo e ingresos planificados para el mediano y largo plazos. La cosecha, los insumos, los salarios de servicios y los embarques se llevan el 70% de los gastos y eso se abona "cash". Los ingresos, por su parte, llegan de la mano de los adelantos y ventas que se realizan en el mercado.

(Redacción Central)