Recelo empresario. Por estos días los empresarios del sector no ven con buenos ojos el proyecto presentado por la Federación Frutícola que apunta a flexibilizar las normas de comercialización de frutas como una manera de que los productores primarios logren cierta rentabilidad. Dicen los empresarios que la propuesta, mediante la cual se solicita suspender la norma que impide el egreso de fruta fresca para su venta si la misma no ha pasado por un galpón de empaque, potencia el riesgo sanitario al que se puede ver expuesta la región. También observan en la idea una especie de competencia desleal. "Ahora resulta que, en caso de que esto prospere, a nosotros nos van a exigir que paguemos todo lo necesario para poder funcionar como galpón de empaque habilitado y la fruta va a poder salir por otro lado casi sin ningún tipo de exigencia; creo que no es justo", se quejaba un directivo de una firma regional.
El hombre aprovechó, además, para poner otra vez en duda los 0,29 centavos de dólar por kilo de fruta como valor referencial del costo frutícola, sosteniendo que por lo que se vio en el inicio de la temporada "es muy difícil" que se llegue a cumplir con el pago de ese monto.
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Costó, pero cobró. El ex diputado nacional Carlos Larreguy tuvo que transpirar para cobrar los servicios a campo prestados a Estadística de Río Negro para el Censo Nacional Agropecuario. Parece que los números de los honorarios no coincidían por un error de facturación, pero finalmente la negociación llegó a buen puerto y el efectivo apareció completito el mes pasado. Ahora está todo bien.