La actual campaña agrícola generará importantes quebrantos a las empresas rurales, mientras que el retroceso en la productividad se ubica en niveles de producción inferiores a los de la campaña 2005/06, ya que caerá en 20 millones de toneladas respecto del ciclo anterior.
Esta caída de producción se atribuyó a tres factores fundamentales, de acuerdo con estudios realizados por el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (IEE) a los que tuvo acceso DyN.
Para los especialistas de la entidad, las causas que provocaron esa fenomenal merma productiva fueron la importante disminución de los precios de los commodities alimenticios en los mercados mundiales, la fuerte sequía que golpea a todas las actividades agropecuarias y la "persistencia de una política gubernamental que atenta contra la inversión y reprime la productividad". La suma de esos elementos dejará
como consecuencia grave el derrumbe de 20 millones de toneladas en la producción de granos y oleaginosas de esta campaña en relación con la anterior.
Los técnicos del IEE pusieron de relieve que "esta pérdida de divisas al país y de ingresos a los productores pone en duda el crecimiento económico e incluso podría ser negativo, y pone a prueba los índices de empleo".
Las estimaciones realizadas en la entidad indican, hasta el momento, que la pérdida de ingresos para los productores ronda los 21.000 millones de pesos menos que en la campaña anterior, debido a la caída de precios y de productividad.
Asimismo, desde el IEE remarcaron que "resulta muy difícil entender con qué capital de trabajo se va a sembrar la próxima campaña", debido a la pérdida de ingresos y a los quebrantos esperados. El relevamiento también destaca que "lo paradójico es que la pérdida de ingresos que sufren los productores es equivalente al monto que recibirá el gobierno en concepto de derechos de exportación".
En esa línea, puntualiza que "el productor dejará de percibir unos 5.900 millones de dólares, mientras que el gobierno recibirá por retenciones un monto que se estima en 5.726 millones de dólares".
El estudio privado también refiere que con los montos de pérdidas mencionados, los productores agropecuarios "podrían comprar poco más de 90.000 tractores, cifra que equivale a más de 10 años de venta de estos equipos en la Argentina".