La Secretaría de Agricultura bajó los topes de los pesos máximo y mínimo de novillitos y vaquillonas destinados a faena, en razón de que por la sequía los animales carecen de alimento o no se reproducen.
A través de la resolución 42/2009, la secretaría estableció una modificación de la escala de pesos mínimos para la comercialización con destino a faena y la faena comercial de animales bovinos de las categorías mamones y terneros machos y hembras.
Se menciona que en los últimos meses del 2008 y en lo que va del 2009 se produjeron déficits hídricos en zonas de gran importancia para la producción ganadera, lo que generó inconvenientes en la producción de cría, con mortandad de vacas y terneros, y en las zonas de engorde, con reducción en ritmos de engorde hasta llegar a la nulidad de los mismos por pérdidas totales de pasturas.
Sostiene la resolución que los efectos de esta sequía severa y prolongada han generado distintas consecuencias negativas que impactan de manera adversa en la actividad ganadera.
Indica que las cuestiones climáticas afectan en forma directa la oferta forrajera y como consecuencia de ello se presenta la necesidad de evacuar la hacienda, la cual en muchos casos debe ser irremediablemente remitida a faena con pesos inferiores a los establecidos mediante la resolución 68/07.
Entre los artículos modificados se indica el tercero, que sanciona la comercialización con destino a faena de bovinos cuyo peso de res con hueso lograda sea inferior a 132 kilos a partir de la entrada en vigencia de la resolución y hasta el 31 de marzo de 2008; de 143 kilos desde el 1 de abril de 2008 hasta el 30 de junio de 2009 y de 154 kilos a partir del 1 de julio de 2009.
También se sustituye el artículo cuarto de la resolución del 2007 y se indica que "no se considerará infracción si hasta un 10% de las reses que componen la tropa se encuentra por debajo de los pesos mínimos de faena establecidos para cada período, siempre que dichas reses superen los 118 kilos por res con hueso lograda".