* Conflicto I. Las conversaciones telefónicas entre el senador nacional Miguel Pichetto y los referentes de CAFI fueron asiduas durante toda la semana. Las gestiones para que "bajara" un referente del ministro Tomada a la región, fueron manejadas por Pichetto directamente desde La Habana y Caracas acompañando al tour presidencial. En todo momento el senador nacional adelantaba a los empresarios que "las cosas se estaban encauzando y que el gobierno nacional iba a actuar...". La espera se hizo larga y las expectativas que tenían los empresarios para que ayer por la noche se diera fin al conflicto comenzaron a desvanecerse a medida que transcurría el cierre de la semana. Pero las esperanzas no se pierden. Para hoy los empresarios esperan definiciones, aunque no tenían muy en claro en qué consisten las mismas.
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Conflicto II. Sacando pecho, el empresario Luis Boschi salió el jueves desde el interior de sus oficinas hacia la puerta de entrada de su galpón, bloqueada por los trabajadores que allí protestaban, con un gran cartel entre sus manos que rezaba: "Producimos para que la gente pueda trabajar". Los manifestantes presentes miraron atónitos la actitud del empresario que se quedó unos segundos con el cartel en la mano y luego lo colgó en el portón de la entrada de su galpón. Mientras esto pasaba, los trabajadores lo miraron con una mezcla de ironía y respeto, aplaudiendo la "valentía" del empresario. Nadie cruzó frase alguna con él. Es que según trascendidos, don Luis es hombre de pocas palabras y si lo "apuran" es capaz de prenderse hasta las piñas. No se achica ante las "paradas bravas" .