La calamitosa sequía, que produce más pobreza y desencuentros, se prolongará en el tiempo, seguirá su curso y se traducirá en más pérdidas. Las evidencias demuestran que se están cerrando pequeñas fábricas, con la virtual desaparición de vientres, y ello obliga a diagramar un plan de contingencia. Los egresos de madres para cría "ya llegan a niveles preocupantes", afirman al unísono desde el Ministerio de Producción, el secretario del área Daniel Lavayén y el director de Ganadería, Tabaré Bassi.
En la intranquilidad se inyecta otro razonamiento. A la mortandad que hizo estragos se plegó el precio para faena de 400 pesos, mientras que la única posibilidad con que cuenta el productor de incorporar madres es apelar al pedigrí con un promedio de inversión superior a los 1.500 y 2.000 pesos.
La barrera sanitaria del río Colorado sólo permite vacas de lujo, bajo la aparente excusa de los efectos que podría causar un eventual brote de aftosa.
En términos monetarios, la adversidad meteorológica produjo pérdidas por 45.871.770 pesos.
Remar contra la corriente significó tirar sobre la mesa todo tipo de alternativas.
Es por ello que las proyecciones oficiales plantean aliviar la carga animal. Por caso, se viene impulsando la venta de todo vientre improductivo de menor condición corporal, de modo de dejar en el campo la mínima cantidad posible que el recurso permita mantener. Se vio como beneficioso financiar a los productores de tal forma que puedan transformar una vaca de refugo flaca y mal paga en un animal apto para la venta a faena.
El bajo precio de la vaca de refugo desanimará la comercialización de vientres; incluso se torna difícil su venta por la ausencia de demanda.
La idea es suplementar a los animales que queden en el campo. El bajo número de vientres deberá tener un adicional alimenticio en invierno con minerales y proteína bruta para que no pierda condición corporal y pueda afrontar de la mejor posible el último tercio de gestación. Para esto, desde el Ministerio de Producción se consideró importante financiar bloques de suplementación mineral que cubran las necesidades básicas.
La asistencia para venta -dentro del modelo 2009- cubrirá un universo de 4.000 ejemplares de refugo engordados en forma individual y otros 8.000 en los centros de engorde.
Asimismo, se podrá asistir con suplementación estratégica (minerales y proteína bruta en los meses de invierno y energía metabolizable en el periparto) a 10.000 de los vientres que queden en aquellos campos que destinaron un porcentaje de los animales a venta. Con el recupero del derrame por engorde de esta categoría se financiará el destete precoz de los terneros y con el rescate de la venta de éstos se solventará la retención de 3.000 vientres.
Otro mecanismo contemplado por el Programa Ganadero Bovino de Río Negro será echar mano a recursos para la compra de alimento. Se apuntará al destete precoz para así aliviar los vientres con la finalidad de facilitar su recuperación y posterior gestación de más terneros.
Los recursos con los que se cuente para asistir al sector se reservarán para las distintas Unidades Ejecutoras Locales (UEL) en proporción a la existencia de vientres en cada campo antes de iniciado el período de sequía.
Con ese criterio, el fondo que se constituya quedará para asistir a los productores correspondientes a cada UEL en determinada proporción. Para Río Colorado se prevé el 29%, para Choele Choel, el 19%; para General Conesa, el mismo porcentaje; para Viedma, el 15%; para Guardia Mitre, el 9%; para General Roca, el 6% y para San Antonio, el 3%.
Las reservas dinerarias sumarían unos siete millones de pesos. Unos 4,2 millones provendrían de la Secretaría de Agricultura (SAGPyA) y el Tesoro provincial aportaría el resto. La devolución del financiamiento fue establecida a valor producto, para dar seguridad de pago.
Aunque suene raro, el reacomodamiento planificado desde el ministerio fija prioridades: "Primero habrá que recuperar el campo profundizando los estudios de pastizales y luego hay que dar el golpe de gracia con el incremento de stock", dicen.
En consecuencia, el repoblamiento estará atado a desarrollar en el mediano plazo líneas de financiamiento con el propósito de fomentar el desarrollo de pasturas y verdeos en los valles irrigados.
Para un largo aliento, ya se evalúa trazar un bosquejo con la meta de aprovechar aguas subterráneas, acueductos y tajamares.
Si el azaroso comportamiento de la naturaleza sigue provocando despoblamiento y comprometiendo las voluntades tanto del sector público como del privado, al momento de revertir la situación habrá que agudizar el ingenio.
La ley nacional de Recuperación de la Ganadería Ovina, que tiene en su haber un esquema de atención presupuestaria fuera del sistema bancarizado en los últimos 20 años, sacó del fondo a más de uno. Las emergencias como las que atienden los bomberos no pueden estar fuera de agenda.
ENRIQUE CAMINO
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