La conjunción de sequía prolongada y altas temperaturas en zonas girasoleras núcleo aceleraron la finalización de las siembras en el sudeste y sudoeste bonaerense y determinaron que la superficie cubierta a nivel nacional quedara en 2.120.000 hectáreas. La falta de humedad en los perfiles genera la intención de los productores de cederle áreas abandonadas a la soja; de este modo, el volumen final de zafra proyectado mostraba una disminución del 21% respecto del año pasado. Los datos indican que comenzaron las labores de trilla en la región norteña del Chaco, con perspectivas poco alentadoras en cuanto a rendimiento. Las cotizaciones para la oleaginosa nueva, en tanto, continúan en franco descenso, por lo cual el desánimo volvió a superar las proyecciones de crecimiento que tenían los chacareros.