La baja de un 5% en las retenciones a las exportaciones de granos de maíz y trigo comenzó a regir desde el miércoles, al igual que la reducción de cinco puntos para las ventas al exterior de la harina. Es probable que antes de fin de año el gobierno anuncie otras medidas para alentar la producción de maquinarias e insumos agrícolas.

Mediante las resoluciones conjuntas 26/2008 y 28/2008 de los ministerios de Producción y de Economía y Finanzas Públicas de la Nación, los derechos de exportación de trigo se fijaron en el 23% y los de maíz, en el 20%.

Según Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina, la medida tendrá un costo fiscal de poco más de 100 millones de dólares.

Un anuncio de la baja en las retenciones a la soja y el girasol finalmente no se realizó. Las retenciones del complejo sojero continuarán en el 35% para el poroto, mientras que la harina y los aceites permanecerán en el 32%. Si la soja bajara a 30%, el Estado se perdería de recaudar, en las estimaciones, unos 800 millones de dólares.