Tras el primer mes de envíos, los exportadores de uvas chilenos auspician una buena temporada a pesar de la crisis económica que afecta al mundo. Si bien reconocen que el precio de entrada es más bajo que en el 2007, sostienen que durante estas semanas el consumo estaría asegurado.
Según Rodrigo Echeverría, presidente de Fedefruta, el año pasado el valor de apertura de la uva fue de 48 dólares, mientras que en estos momentos no supera los 27 (un 44% menos). Sin embargo, Echeverría también acota que el año pasado por esta fecha se produjo un desabastecimiento del producto y se transaron pocas cajas a 48 dólares. "Y el problema de tal situación es que después la caída del precio es muy violenta", afirma.
Es más, el timonel de Fedefruta añade que mientras la clave del sector sea que el consumo de uva no se detenga, "con estos niveles de precios debemos trabajar para ser una real solución al consumidor europeo y norteamericano".
Y no es todo. Entre los exportadores chilenos existe confianza en que a mediados de enero se estabilicen tanto el valor como la demanda de uva (que hasta ahora está un 10% por debajo de años históricos). "Tener un precio más bajo estimula las ventas y por eso en esta época se está activando bastante la demanda. Al final, los productores que llegan con su fruta en enero no se verán tan afectados", explica Rodrigo Durán, gerente comercial de David del Curto.
Otra de las señales que generan un buen augurio para los exportadores trasandinos es el valor del dólar. La temporada pasada, los envíos de uva se transaban a un dólar que en promedio no superaba los 470 pesos, mientras que actualmente el tipo de cambio ronda los 600 pesos. Un dato no menor.