Con expectativas de mercado relativamente buenas para la campaña 2008-2009 y cuando todavía hay que esperar la llegada de manzanas del hemisferio sur, la temporada europea hace frente a dos cuestiones importantes: el impacto de la recesión económica tanto en el comercio como en el consumo y la falta de transparencia de uno de los mercados de mayor volumen, el ruso.
Respecto de la primera cuestión, diversos operadores del sector aseguraron a distintas publicaciones internacionales que resultaba difícil realizar una valoración global de lo que podía suceder, aunque ya se está observando claramente que las familias europeas se están abrochado el cinturón a la hora de evaluar producto y precio. Los últimos informes dan cuenta de que, en manzanas, está trabada la salida de las cámaras porque la demanda está en retroceso.
Todo indica que los precios del hemisferio sur comenzarán por debajo de los del año pasado.
Por su parte, las condiciones de acceso al principal mercado de importación de las manzanas europeas no están del todo claras. La Unión Europea (UE) y Rusia han establecido un memorándum en el que se estipulan algunos de estos acuerdos, sobre todo en lo relativo a la aplicación de límites máximos de residuos. La opa
cidad o los vaivenes de intereses en este país pueden condicionar las exportaciones europeas. Esto sin dudas generaría caos en el mercado del Viejo Continente, ya que los stocks aumentarían en forma geométrica con una restricción hacia este importante mercado. Sin embargo hay que destacar que a la fecha las ventas se vienen desarrollando con total fluidez.
PRODUCCIÓN
La producción mundial de manzanas alcanzó en el 2007 los 65 millones de toneladas, frente a los 40 millones que se producían 20 años antes. Durante este período cabe destacar que la década del '90 fue de una destacada expansión: se pasó de 38.000 millones de toneladas a casi 58.000. Esta misma época supuso el alza de mercados como China, Polonia, Holanda, Chile, Brasil y Turquía; por el contrario, significó una pérdida de posiciones para Francia y Hungría.
La producción europea del 2008-2009 es más abundante que la anterior (dispone de un millón de toneladas más que en la pasada campaña) debido a que los países productores del Este recuperan sus valores productivos normales. Sin embargo, continúa por debajo de los diez millones de toneladas, no superadas desde el 2006. Aunque se da un retorno a la regularidad en las producciones en el Este, la Vieja Europa de los 15 sufrió un retroceso del 7% en su cosecha. Esto terminará ayudando a las colocaciones que llegarán a ese destino desde el hemisferio sur.
(Redacción Central/Euromagazine)