Esta semana se conocerán los datos definitivos en relación con el pronóstico de cosecha para la presente temporada.
Los primeros números muestran una suba promedio en torno del 8% en la producción de peras y manzanas de todo el Valle.
A partir de estas estadísticas se pueden hacer, a grandes rasgos, dos lecturas.
La primera de ellas, positiva:
" Un aumento en el volumen de producción permite proyectar una mayor demanda de mano de obra tanto para cosecha como para el sector de servicios. Este escenario sin dudas descomprime potenciales conflictos sociales en momentos en que el país sufre los efectos de la recesión que llega de la mano de la crisis financiera internacional.
" Habrá que esperar mayores volúmenes para comercializar, así como también más exportaciones y, derivado de éstas, ingreso de divisas al país.
" Los mayores volúmenes determinarán -en general- una baja en los costos de producción unitarios en cada segmento del sistema. Se trata de un dato de suma importancia teniendo en cuenta la preocupante evolución que viene presentando la estructura frutícola de la región.
En tanto, la lectura negativa se refleja en los siguientes puntos:
" Disminuyen los márgenes de error de las empresas para comercializar las peras y las manzanas frente a un escenario de mayor oferta y una demanda estabilizada en los mercados. Para las firmas el escenario contrario -manejar poco volumen con una demanda creciente- resulta mucho más fácil. Esto se dio en el mercado interno y en Brasil durante el tercer trimestre de este año y se lograron muy buenos precios por la venta de fruta.
" Al manejarse mayores volúmenes de fruta pueden existir problemas de calidad y éstos, repercutir en los retornos de la actividad. La mala calidad termina arrastrando los precios en los mercados, tanto externos como interno.
" Se producirá un cuello de botella en el empalme de la manzana Gala con la pera William's en el sistema de servicios (especialmente en el empaque) a consecuencia de los mayores volúmenes proyectados para las variedades de estas especies y dada la carencia de infraestructura necesaria en la región. Pasó en las últimas dos temporadas, con cosechas relativamente estables. Ya que no hubo importantes inversiones en infraestructura en los dos últimos años, no hay que esperar grandes cambios en la resolución de este tema puntual.
LAS DUDAS QUE TODAVÍA PERSISTEN
El pronóstico de cosecha por sí solo no define la temporada comercial para la región. Es un dato más, importante, pero no determinante para marcar tendencias en la fruticultura del Valle.
Hay otras variables que se deben complementar para tener una visión más integral acerca de cómo puede resultar la próxima temporada frutícola.
" La oferta del hemisferio sur. En principio, existe cosecha completa en los principales productores de manzanas en esta parte del globo. Se sabe, por ejemplo, que Chile presenta un volumen un 3% mayor que el conseguido el año pasado y Brasil también muestra números positivos, aunque todavía no está definido en qué porcentaje. Una mayor producción de frutas en el hemisferio sur puede generar tensiones en los mercados tradicionales (Estados Unidos y Europa), más aún si se tiene en cuenta la recesión que atraviesan sus economías.
" El rol de la industria. El año pasado la demanda de fruta por parte de las jugueras fue determinante para sostener los precios internos del mercado y "limpiar" la fruta que no tenía la calidad apropiada para ser comercializada en fresco. Este año la situación será distinta. Los precios de los concentrados cayeron estrepitosamente y la industria seguramente no podrá convalidar las cotizaciones del año pasado. Esto quiere decir que habrá más fruta para comercializar en fresco.
" En el plano externo también hay que tener en cuenta tres
puntos clave para la fruticultura valletana: la evolución que tengan las monedas (euro, rublo y real, entre otras) durante la comercialización de nuestra oferta exportable, cómo afectará la recesión en países donde el consumo es parte importante del motor de su economía (como Rusia) y de qué modo evolucionarán los stocks de fruta en Europa en la medida en que arribe el primer barco con peras de la región.
Los primeros indicios permiten concluir que la temporada no muestra una tendencia definida. Los informes sobre los productos que ya llegaron a los grandes mercados del hemisferio norte, cerezas (ver página 5) y uva de mesa, no son del todo positivos. Hay dos variables, relacionadas entre sí, que son comunes para ambos productos: se observa una salida de ventas lenta y precios en baja respecto del año anterior.
JAVIER LOJO
jlojo@rionegro.com.ar