La campaña maicera de este año comenzó a recuperarse esta semana por la ocurrencia de lluvias luego de que los cultivos fueran afectados por la sequía y heladas tardías, aunque se mantiene la proyección de un fuerte recorte en la siembra y trilla de este ciclo.

A pesar de que las cotizaciones se mantienen por debajo de las aspiraciones de los chacareros, que aún no vendieron un elevado tonelaje de la zafra anterior, las siembras tardías de diciembre comienzan a incrementarse aunque con expectativas inferiores a lo estimado a principios de la campaña.

Datos difundidos desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indican que los próximos 15 días jugarán un papel clave en el total de superficie a implantar, que actualmente se ubica tentativamente en 2.640.000 de hectáreas. Tanto la helada como la sequía podrían generar un recorte mayor del área a cubrir durante esta campaña maicera, destaca el mismo reporte privado.

Hacia el Núcleo Sur y el Núcleo Norte los pulsos húmedos recibidos permitieron la recuperación de la mayoría de los cuadros sembrados con el cereal, a excepción de los potreros dañados por el frío. Algunos potreros, en tanto, se van a resembrar con soja en pocos días, habida cuenta de la limitación económica de los productores para aplicar tecnología que permita recuperarlos para el maíz. Técnicos zonales anticiparon que no va a haber siembras tardías; sólo de segunda ocupación y mínimas.

Respecto de las siembras de segunda ocupación y tardías, que representan un 15% del área total, se concretan durante octubre y principios de noviembre. Este año no se realizaron por tres motivos: precios, sequía y malos resultados con leguminosas.