La presión del secretario Moreno sobre las empresas frutícolas para que éstas vendan sus productos a los mayoristas a no más de 2 pesos por kilo de modo que la fruta llegue a las góndolas de los supermercados con una cotización máxima de 3 pesos por kilo fue otra de las utopías del gobierno en su intento por controlar los precios de los alimentos.
Esta semana las góndolas de las grandes tiendas minoristas ubicadas en la Capital Federal y el cordón norte de Buenos Aires mostraron valores en las manzanas Red Delicious que iban de los 6 a los 9 pesos. En las verdulerías estos valores no bajaban de los 8 pesos por kilo.
Tomando como referencia la primera semana de diciembre del 2007, las cotizaciones -según fuentes supermercadistas- se incrementaron en un año cerca del 60% en promedio.
Para la Secretaría de Comercio esto es insostenible. "No hay justificativo alguno para subir los precios de esta manera", manifestó uno de los directores del Mercado Central al ser consultado por el tema.
Días atrás, tal como anticipó este diario, existió una fuerte ofensiva desde Comercio para que las empresas frutícolas colocaran la manzana a un techo de 2 pesos por kilo o, lo que es lo mismo, 40 pesos por una caja de 20 kilos. En ese momento un bulto de Red Delicious de calidad se vendía -hablando siempre de precios mayoristas- a más de 85 pesos. Es decir, desde la cartera que lidera Guillermo Moreno se pedía que bajaran más del 50% los precios de la manzana.
Según se supo en ese entonces, el gobierno ya había acordado con las cadenas de supermercados para llegar con una "manzana K" para la canasta de frutas navideñas a 3 pesos por kilo. Pero los controles para este tipo de producto son poco eficientes. En primer lugar, son bajos los volúmenes de manzanas que hoy se comercializan en el mercado interno, por lo que las empresas tienen margen de maniobra como para colocar lo mínimo en las grandes cadenas de supermercados y el resto en fruterías, a donde no llega el control policial de Moreno. Es más, si bien los supermercados ya adelantaron a las empresas frutícolas que había que disponer de un precio definido para que la manzana llegara a las góndolas tal como lo exige el gobierno, desde las firmas regionales la respuesta a esa exigencia fue: "Tenemos poca fruta en frío para poder cumplir con los volúmenes requeridos".
El desvío del comercio es un hecho. Las verdulerías y fruterías en este momento tienen capacidad para absorber el 90% de la manzana que está en frío hasta marzo. Y hoy este segmento comercial está pagando más de 80 pesos por una caja de buena calidad. (Redacción Central)