No hay antecedentes de semejante caída. El derrumbe del precio del petróleo, sumado a la falta de comercio internacional, hizo desplomar los valores de los fletes que transitan por los mercados de ultramar.
La crisis está golpeando de lleno a la industria naviera.
Un reciente informe de "El Cronista" destaca que hace ocho meses un Panamax tenía un costo diario de u$s 80.000. Hoy ese barco con suerte vale u$s 8.000. Un Capesize que puede llevar 160.000 toneladas de mineral de hierro o carbón llegó a costar entre u$s 180.000 y 190.000 por día y ahora se consigue en algo más de u$s 15.000. Los contenedores tampoco escaparon a esta tendencia. La ruta que más sufrió es la de Lejano Oriente a Europa. Allí un contenedor, que hace un año costaba u$s 1.300, ahora puede transportarse por u$s 350.
Para la fruta de la región no hay datos ciertos. Es que los precios se cierran tradicionalmente entre la tercera semana de noviembre y segunda de diciembre. Y hasta ahora nada sale de la boca de los exportadores.
Pareciera que los únicos que estarían a resguardo de esta abrupta caída -por ahora- son los buques reefers. Este mercado es muy cíclico y, además, entra en el período de baja temporada.
Por otro lado, como no se han construido buques frigoríficos en los últimos cinco años siempre está faltando bodega, que en definitiva es la que marca el piso de negociación en la actividad frutí
cola. Pero la realidad del mercado no puede ser ajena para este sector. Con un barril de crudo a un tercio de sus cotizaciones máximas y un fuerte freno en el comercio internacional, todo indica que las cotizaciones de los fletes frutícolas para este año no podrán distanciarse de las tendencias que ya se están observando en el mercado.
El año pasado un contenedor para fruta (reefers) de unos 20 pallets cotizó en torno a los u$s 3.600, mientras que por la bodega se pedía a principios de la temporada pasada unos u$s 450 por pallet. Este año un contenedor reefer con carne a Rusia, que en setiembre costaba u$s 5.700, hoy cuesta u$s 4.800.
Los exportadores frutícolas aseguran que los precios de los fletes marítimos para la fruta van a bajar, lo que nadie puede arriesgar es en qué porcentaje. "Tenemos cosecha completa en el
hemisferio sur y eso puede llegar a poner un piso a la caída de contenedores y bodegas", confió un operador del sector al ser consultado por el tema.
Se sabe asimismo que el precio de bodega para pomáceas estará supeditado al cierre del negocio del banano. Si hay mucha oferta de banana, alta es la demanda de bodegas y los precios para el resto de las frutas tenderán a mantenerse hacia arriba. Con un escenario de baja demanda, los precios caerán.
Para los contenedores en el mercado internacional, los números en baja arrancaron hace dos años con el trayecto entre Lejano Oriente y Estados Unidos. El país del Norte empezó a comprarle menos a China y todo el sudeste asiático y esto se sumó a la sobreoferta generada por líneas nuevas que pusieron servicios con buques cada vez más grandes. Eran servicios del Lejano Oriente y Europa. Los buques portacontenedores para alquilar bajaron de valor un 30% en los últimos seis meses.
Otro tema a tener en cuenta es que la abrupta caída de fletes está generando un incumplimiento contractual en cadena. Hay armadores y operadores que devuelven los buques y esto se agrava porque en un contrato de fletamento puede haber varias manos.
Por ejemplo, alguien pudo haber fletado un buque hace cinco años por u$s 15.000 para refletarlo a u$s 20.000; otro lo tomó a u$s 30.000, un siguiente a 50 y el otro a u$s 80.000. Este último no tiene garantía de poder operarlo porque si el que está en el medio no paga se rompe la cadena. "Los abogados los próximos cinco años van a estar de parabienes con este tipo de asuntos inflados. La única pregunta es quién les va a pagar los honorarios, porque los armadores y operadores tendrán flacos sus bolsillos", resaltó un importante operador del mercado.
(Redacción Central)