El Ing. Alejandro Reid -productor, asesor de empresas y miembro de la Asociación del Kiwi- es director técnico de Agrofold SA, de vasta experiencia internacional en la nutrición foliar de distintos cultivos (kiwi, uva de mesa y arándanos) y expuso en el seminario sobre su especialidad.
Señaló que fueron pioneros en la producción de kiwi en el país y mediante el método de prueba y error fueron determinando, dentro del contexto histórico, las distintas técnicas sobre este cultivo aplicadas en Nueva Zelanda y Chile, los países avanzados en la producción. Hoy, en el hemisferio sur se producen más de 500.000 toneladas y en el hemisferio norte, 1.200.000 toneladas. Nueva Zelanda es el principal exportador mundial e Italia, el principal productor.
En estos países se ha llegado a un desarrollo tal, que el 95% de su producción es de calidad premium y la 1ª y la 2ª son similares a nuestra mejor fruta.
La producción de kiwi en la Argentina es posible en zonas frutícolas no tradicionales y tiene muy buenas posibilidades de desarrollo. Otros países del hemisferio como Australia no lo pueden hacer por falta de agua, mientras que Sudáfrica abandonó el cultivo.
Por su parte, Brasil enfrenta muchas limitaciones de suelo y clima, aunque actualmente tiene mayor superficie que Argentina.
De las 500 hectáreas plantadas en nuestro país, 200 están en producción y se producen unas 3.200 toneladas. Mientras, el consumo es de 19.000 toneladas (0,6 kg/per cápita/año), de manera que existe un amplio horizonte de producción sólo para el mercado interno. El argentino ya adoptó el kiwi en su consumo.
Baradero, San Pedro y Mercedes son zonas aptas para el cultivo. La Plata y el sudeste de la provincia de Buenos Aires también, aunque con diferentes tecnologías. Madariaga y Mar del Plata presentan condiciones muy buenas; el viento es un problema en el sudeste bonaerense pero se puede producir con o sin cortinas. En suelos muy pesados la productividad es menor.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA
En el cultivo del kiwi no hay recetas muy rígidas. Las condiciones para las plantaciones son diferentes para cada región.
Los marcos de plantación son diferentes porque la nutrición es distinta según la densidad de plantación y por la polinización. Se han establecido distintos ejemplos de densidad para polinizar.
Mar del Plata está en la misma latitud que Nueva Zelanda, donde se utiliza un marco de 5 x 6 con 333 plantas por hectárea. A partir de ahí se determina la relación entre plantas machos y hembras.
La entrada de luz es esencial para el fruto y lo que más se paga es la materia seca. Cabe destacar que la reducción de la cantidad de plantas por hectárea puede contribuir a mejorar la producción y la calidad, así como situar una planta hembra al lado de una macho favorece la polinización.
El kiwi que se obtiene en la zona de Mar del Plata es de buena forma y tamaño. El manejo de la nutrición de NPK es clave para la producción de fruta, no de madera. Mucha hoja es negativa, da una vegetación no productiva. Antes se utilizaban altas dosis de nitrógeno, lo cual se demostró que constituía un error. Se ha determinado una tabla de absorción de la planta para producir 30 toneladas por hectárea.
La fertilización se basa en el comportamiento de la planta y sus estadios de desarrollo. Hay una discusión abierta sobre cómo lograr el equilibrio vegetativo/productivo para conseguir un paralelo en calidad de fruta, tamaño y producción pareja cada año. La polinización por abejas constituye una muy buena práctica, pero se debe conocer muy bien el manejo de las colmenas. Con baja cantidad de abejas van menos a la hembra; con alta cantidad, la polinización es excelente.